El empresario libanés de 82 años Raymond Nakachian ha fallecido hoy en su casa de Estepona, según han confirmados fuentes cercanas a la familia. Una enfermedad habría acabado con la vida de un hombre que recibió la solidaridad de toda España en noviembre de 1987, cuando una banda de criminales franceses secuestró a su hija Melodie, de sólo cinco años entonces, a punta de fusil cuando su hermano la llevaba al colegio Aloha, de Marbella.

Esos 11 días de secuestro fueron seguidos por la prensa internacional con gran atención, de tal forma que se conocieron todos los detalles de la tensa negociación entre los captores y la policía. Los primeros llegaron a pedir 1.500 millones de pesetas de rescate, pero los investigadores pidieron a Nakachian que no aceptase y siguiese negociando para dar tiempo a que las pesquisas avanzaran. El hallazgo de una cartera en Torremolinos llevó a los criminales y en la madrugada del 20 de noviembre del 87 los GEOS liberaron a la pequeña en un edificio de apartamentos de la localidad gaditana de San Roque.

Además del secuestro, Nakachian fue un acaudalado y exitoso empresario e intermediario financiero, casado con la cantante de ópera Kimera, madre de Melodie. Durante los ochenta y los noventa, fue un habitual de los saraos y eventos de la noche marbellí, uno más de la jet, de los marbelleros ilustres.