Vecinos de una urbanización del distrito de Las Chapas han pedido al Ayuntamiento talar un pino de unos 15 metros de altura y cinco toneladas de peso que está inclinado unos 20 grados y amenaza con caer sobre una de las calles de acceso a la zona residencial y a otra urbanización con 280 viviendas. Por la vía transitan cada día unas 200 personas para acudir a sus casas o a un gimnasio de la zona. El problema, según los vecinos, es que el árbol, de unos 30 años, se apoya sobre una valla de hierro de la misma antigüedad.

«Los pinos son una especie protegida en Marbella pero este ejemplar puede caer cualquier día y tiene un peso que es importante», según denuncia a La Opinión de Málaga José Luis Rodríguez, uno de los vecinos de la zona.

Si cayera, agrega Rodríguez, el pino podría afectar a viviendas construidas justo enfrente, a la caseta de un guardia de seguridad o al cuadro de los transformadores de la luz «o directamente a alguien que pase por esta calle, que tiene mucho tránsito», afirma.

Los vecinos aseguran que se han dirigido al Ayuntamiento en diferentes ocasiones desde hace varios años para exponer al gobierno local la situación en el que se encuentra el pino. Afirman que tienen informes de técnicos municipales de la Delegación de Medio Ambiente que avalan el estado de peligrosidad que entraña el pino pero la respuesta que reciben de la Administración local, indican, son vanas promesas. «Los técnicos dicen que lo van a cortar, pero no saben cuándo. Pedimos que el Ayuntamiento tome en consideración que las personas valen más que los pinos, aunque están protegidos, alguno de los cuales están viejos y no están sanos. Cuando las palmeras de Marbella están afectadas por el picudo, las cortan rápidamente, pero los pinos en el municipio tienen una política muy restrictiva», señala Rodríguez.

La visita de los técnicos se produjo hace tres meses, explica.

El pino se encuentra en una propiedad privada cuyo inquilino vive fuera de Marbella por motivos laborales. Según Rodríguez, el propietario ha solicitado al Consistorio en diferentes ocasiones asumir la tala del árbol «algo que tampoco le dejan hacer».

La última poda de los pinos ubicados en la urbanización se produjo se produjo en febrero y marzo, tras más de tres años sin que el Ayuntamiento acometiera esta actuación. Sin embargo, el pino que los vecinos denuncian que amenaza con caer «no lo tocaron porque nos dijeron que está en una propiedad privada, no en una zona pública», indica Rodríguez.

Este vecino recuerda que varias ramas de un árbol próximo al pino cayeron a mediados de verano de hace dos años sobre la vía pública y sobre un vehículo de uno de los vecinos de la urbanización.

La caída de las ramas obligó a los bomberos a intervenir para retirar el vehículo y los trozos de madera. «Estuvieron dos días retirando madera. Y eso que sólo se cayeron algunas ramas», denuncia.