Los pescadores de Marbella reclamaron ayer a la Administración que les garantice unos precios mínimos por las capturas que realizan para que la flota pueda seguir faenando.

El patrón mayor de la Cofradía, Manuel Haro, denunció que el cese de la actividad en la hostelería y la bajada de las ventas en las pescaderías de los mercados municipales a consecuencia de las restricciones impuestas para tratar de detener la propagación del coronavirus han ocasionado un descenso de los precios en lonja que han puesto a la flota pesquera en una «situación límite y totalmente insostenible». «La Administración tiene que intervenir para garantizar unos precios mínimos justos de venta en la lonja que permitan la continuidad de la actividad pesquera y el adecuado suministro a los mercados», señaló.

El cierre de restaurantes, hoteles y de la mayoría de las pescaderías en los mercados municipales provoca que las grandes superficies se hagan con todo el producto que entra en lonja, lo que supone que algunos precios hayan caído hasta un 60 por ciento, explicó.

En la primera semana de aplicación de las restricciones incluidas en el estado de alarma para tratar de contener la expansión del Covid-19, agregó, el kilo de salmones se ha vendido a dos euros en lonja y a más de 16 en las grandes superficies. «Así es imposible. Desde el inicio de la emergencia por el coronavirus, los pescadores tenemos claro que trabajamos para aportar un alimento básico. Nuestro deseo es asegurar las capturas y garantizar una correcta comercialización para la ciudadanía», explicó.

Aseguró que muchos barcos de la flota pesquera han parado la actividad y advirtió de que en los próximos días serán más las embarcaciones que se queden en puerto «si no se actúa para evitarlo».

Haro aseguró que «el sentido de la responsabilidad de los pescadores sigue intacto, pero en esta situación de indefensión no podemos garantizar nada». «Pedir a los hombres que salgan a la mar jugándose su salud para no ganar nada es mucho pedir», lamentó.

La «indefensión» del sector pesquero se agrava por la «falta de medidas para paliar la situación». «No se han contemplado ayudas por la bajada de la facturación o la paralización de la actividad como sí ocurre con otros sectores», añadió.

Haro indicó que la flota pesquera sigue faenando y que la lonja continúa realizando las subastas habituales de la primera hora de la mañana y la de media tarde, pero aseguró que la situación «es muy crítica». «La intervención de la Administración para garantizar unos precios mínimos y justos o decretar ayudas para el sector es cada vez más urgente y necesaria», reiteró.

Los pescadores anunciaron el sábado, un día después del decreto del estado de alarma, que seguirían faenando para evitar desabastecer al municipio de un alimento básico.