Cáritas ha atendido a cerca de 16.000 familias en el municipio desde mediados de marzo, tras la entrada en vigor del estado de emergencia aprobado por el Gobierno central para tratar de hacer frente a la pandemia del coronavirus. El colectivo benéfico, que cuenta con el apoyo de siete parroquias en el municipio, ha registrado desde el inicio del confinamiento un incremento del 80% en las peticiones de ayuda, muchas de las cuales proceden de personas que no habían acudido a Cáritas antes del inicio de la crisis sanitaria y económica provocada por el virus.

«Tras la paralización de toda actividad, comenzaron a llegar en aluvión los necesitados de todo orden, personas que viven al día. Se están viviendo momentos con mucha preocupación», señala el colectivo, que, para lograr alimentos, medicinas y productos de higiene, ha activado una campaña entre sus diócesis y otra de ámbito estatal y recibe donaciones de restaurantes, hoteles, particulares u otros colectivos sociales. Gran parte de los usuarios son personas en una situación irregular y que viven de pequeños servicios mermados ahora por el estado de alerta; trabajadores despedidos de sus empleos; o empresarios de pequeños negocios sin ingresos desde hace semanas tras haber tenido que bajar la persiana debido a la crisis. Durante las últimas semanas han empezado a dirigirse también a Cáritas vecinos que no pueden hacer frente al pago del alquiler de sus viviendas. «Son personas que no han regularizado su residencia, sin contrato de alquiler. Llegan con la angustia de que les echan de casa por no poder pagar. En general, no son pisos, sino habitaciones carísimas y en pisos superpoblados», señala el colectivo. Las parroquias de Cáritas de Marbella y San Pedro distribuyen al mes ayudas por importe de 120.000 euros. «Las principales demandas son alimentos y medicación», explica el colectivo benéfico.

Durante el mes de mayo, cerca de 1.200 usuario del colectivo han recibido alimentos preparados por cocineros voluntarios con el apoyo del Ayuntamiento, aunque, según Cáritas, este servicio cesará en los próximos días.

«En este tiempo se ha visto un despertar en la población con un deseo grande y general de compartir y solidarizarse. Así lo demuestran las variadas campañas de recogida de alimentos, como las donaciones que diversas empresas e instituciones y muchos particulares, que han ido realizando a las Cáritas para reponer fondos o alimentos», apunta el colectivo.

Las ayudas de Cáritas se suman a las que presta Cruz Roja, que, durante las semanas de confinamiento, ha atendido a unas 1.750 personas a través de más de 5.500 intervenciones que han realizado cerca de cien voluntarios.