El hydrofoil llega a la Costa del Sol de la mano de la empresa La tabla voladora, ofreciendo una experiencia novedosa . Una actividad que une deporte, tecnología y respeto al medio ambiente. Esta experiencia se puede disfrutar tanto en aguas abiertas como en agua dulce en embalses o pantanos y no es necesaria ninguna experiencia previa.

El hydrofoil es un deporte cada vez más conocido entre los amantes de las actividades acuáticas y uno de los que más futuro tiene de este mercado.

Hace más de 25 años que aparecieron los primeros hydrofoils diseñados para la práctica del surf con el objetivo de poder coger olas gigantes en mitad del mar. El hydrofoil es una tabla de surf que se eleva sobre agua cuando aumenta su velocidad. Sus "alas" hacen que la tabla sobresalga por encima de la superficie, descubriendo gran parte del mástil. Si lo ves desde fuera, parece que el rider está literalmente volando por encima del agua. La revolución llegó en 2016 cuando la inversión en I+D le añadió un motor de propulsión eléctrica a la tabla; lo que ha resultado en una nueva modalidad en práctica de surf que conjuga la hidrodinámica con la innovación de la propulsión mediante energía limpia.

En este caso, la empresa Fliteboard desde Byron Bay, Australia, se convierte en el gran referente del mundo en el hydrofoil eléctrico con numerosos galardones en diseño e innovación a nivel internacional.

Cabe destacar las sensaciones que produce. Según las reseñas de los usuarios, asimilan la experiencia a deslizarte sobre nieve en polvo recién caída, suave y ligera, con libertad absoluta de movimiento sobre el agua ya que es el rider quien decide la dirección y la velocidad en todo momento.

Volar sobre el agua despierta sensaciones tan diferentes que hacen que todos los que la prueban cataloguen la experiencia como única. El hecho de poder desplazarte a más de 30 km por hora por encima del agua, sin necesidad de viento ni de olas, de forma totalmente silenciosa y a grandes distancias se puede experimentar en muy pocos formatos más.