El hotel Anantara Villa Padierna será el primero de cinco estrellas gran lujo de Marbella y su zona de influencia en reabrir al público tras la crisis del coronavirus.

Tras ceder parte de sus instalaciones para que la oenegé del chef José Andrés, la World Central Kitchen, elaborara durante el confinamiento comidas para las familias más golpeadas por la crisis en Marbella o Benahavís, el establecimiento, que cerró sus puertas el 20 de marzo, ha comenzado a realizar labores de limpieza y desinfección para empezar a recibir a los primeros huéspedes a partir del viernes.

Para adaptar los servicios e instalaciones contra la amenaza del Covid-19, un comité de Salud y Seguridad, en el que ha participado la firma suiza de inspección y certificación SGS, ha elaborado un protocolo con medidas y mejoras para garantizar la prevención.

En la nueva normalidad, los clientes del hotel, por ejemplo, tendrán que cepillarse los zapatos en un felpudo desinfectante antes de acceder al establecimiento, además de mantener la distancia social de seguridad en las zonas comunes y los huéspedes no encontrarán en las habitaciones productos de papelería, como libros o folletos. Durante el trayecto hasta el hotel, los clientes podrán gestionan las formalidades del 'check-in' para reducir el tiempo de estancia en el vestíbulo.

El hotel, que cuenta con 132 habitaciones, suite y villas cuyas dimensiones oscilan desde los 25 metros cuadrados de superficie a los 500, ha creado la figura del 'Ángel de la Guarda', un responsable que velará porque clientes y proveedores sigan las medidas y protocolos de seguridad. En el club de playa y la piscina, otro empleado se ocupará de desinfectar las hamacas después de cada uso o facilitar las toallas.

«Cuando iniciamos el proyecto para la reapertura, pensamos que todo iba a cambiar mucho. Pero hemos logrado mantener la normalidad anterior y adaptarla a la situación de Covid-19», señala el subdirector del hotel y director de Ventas y Marketing, Eduardo Seisdedos.

«Cada vez somos más optimistas con las previsiones para este verano. Las reservas se han ido animando con las fases del desconfinamiento ya que los potenciales clientes ven que van a poder viajar con cierta libertad. Esperamos estancias relativamente largas de dos o tres semanas y grupos de familiares o amigos con celebraciones pendientes por el coronavirus», agrega.

El hotel cuenta con nueve villas de uno o dos dormitorios, cada una de ellas con un interiorismo distinto y acceso a piscina propia; una zona de bienestar de cerca de 21.000 metros cuadrados de superficie con iluminación natural; tres campos de golf; y un recinto deportivo de 22.000 metros cuadrados de extensión junto al mar con dos pistas de tenis, once de pádel y un campo de croquet.