Más de medio centenar de vecinos de Almogía, Valle de Abdalajís, Álora y los anejos del sur del Torcal se encerraron ayer en el Ayuntamiento almogiense demandando el arreglo inmediato del camino rural que conecta a estas poblaciones a través del interior.

Se trata de un vial de tierra de casi 10 kilómetros que es la única conexión interior para estos habitantes, quienes desde hace 20 años llevan exigido a las administraciones públicas la conversión del camino en una calzada para mejorar las condiciones de seguridad y las comunicaciones del entorno.

"La Junta y el Ayuntamiento dicen ahora que ya se arreglará, cuando a principios de año nos adelantaron que no había problema y que la reforma arrancaría en 2009. Donde dijeron digo, ahora dicen Diego y en el camino, nunca mejor dicho, los vecinos perjudicados, que suman más 20.000 habitantes entre todas las localidades", explicó a este diario uno de los impulsores de la protesta, Antonio Ruiz Muñoz.

El recorrido entre Almogía y Álora a través de este camino se realiza en tres cuarto de hora, cuando lo normal serían unos 20 minutos por la distancia que separa a los municipios. Todo ello sin obviar que cuando llueve, no necesariamente de forma abundante, no se pude recorrer porque el vial se empantana en su mayor parte. "Yo vivo en Álora pero estoy más cerca del Valle de Abdalajís. Para hacer cualquier gestión a este pueblo me las veo y me las deseo, especialmente, en invierno. Es casi tercermundista viajar por la zona", resaltó Juan Real, otro vecino presente en el encierro de ayer.

El alcalde de Almogía, Cristóbal Torreblanca, aclaró que desde hace un año hay un proyecto realizado por la Empresa de Gestión Medioambiental de la Junta, Egmasa, para convertir el camino en calzada, con un presupuesto de casi un millón de euros. "Estamos esperando a que salga la orden de la Consejería de Agricultura para acogernos a la subvención. Hasta que no se haga efectiva no se cuenta con el dinero para la mejora y, por tanto, no se pueden llevar las máquinas a la zona", aclaró el regidor, quien valoró "la actitud reivindicativa" de los vecinos del entorno.

La rehabilitación será financiada por la Junta que, según los protocolos en otras actuaciones similares, aportará un 60%; por la Diputación, a la que le corresponde un 30% del presupuesto; y el 10% restante por el Ayuntamiento.