El Consejo de Gobierno ha acordado hoy inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Zona Arqueológica, los tres yacimientos fenicios ubicados en la desembocadura del río Algarrobo, en los municipios malagueños de Algarrobo y Vélez-Málaga.

Estos enclaves, que estuvieron poblados entre los siglos VIII y IX a.C., están considerados una referencia internacional para el estudio de la colonización fenicia y su desarrollo posterior hasta época romana.

Físicamente separados pero exponentes de un mismo desarrollo cultural, los asentamientos de Morro de Mezquitilla, de Chorreras y la necrópolis de Trayamar han sido objeto durante décadas de investigaciones promovidas por el Instituto Arqueológico Alemán, según ha informado hoy la Junta en un comunicado.

Estos trabajos incorporaron, por primera vez en Andalucía, técnicas de estudio geológico del terreno con el fin de reconstruir a través del paleopaisaje las relaciones de los colonos fenicios con el medio que ocupaban.

El yacimiento de Morro de Mezquitilla, que ocupa una extensión de 60.304 metros cuadrados y que tiene un entorno de protección de 244.090, es uno de los asentamientos fenicios más antiguos de la Península Ibérica (finales del siglo IX a.C.).

Sus principales estructuras son viviendas y habitáculos cuadrangulares, así como hornos metalúrgicos.

Chorreras es un poblado de corta cronología (desde la segunda mitad del siglo VIII a.C. hasta comienzos del siguiente) pero cuyo buen estado de conservación permite conocer con detalle, y como en pocos casos dentro del ámbito fenicio del Mediterráneo occidental, el urbanismo de una colonia oriental de esta época.

Sus viviendas, construidas mediante zócalos de piedra y paredes de adobe, se agrupan a lo largo de una gran calle, y el asentamiento cumpliría funciones de acogida para aquellos colonos que no podían establecerse en Morro de Mezquitilla por falta de espacio.

Por último, la necrópolis de Trayamar, con una datación comprendida entre mediados del siglo VII a.C. y el año 600 a.C., tiene delimitadas dos áreas, con extensiones de 5.562 y 12.943 metros cuadrados y un entorno de protección común de 431.463.

Aunque en la zona se han podido documentar cinco tumbas de carácter colectivo, actualmente sólo se conserva una de forma rectangular con muros de sillares de tamaño desigual.