Mónica Gómez, una adolescente aloreña de 14 años, falleció en marzo de 2013 cuando el embovedado de la acequia por la que cruzaba se rompió bajo sus pies. Desde entonces sus familiares y amigos luchan para que la Junta de Andalucía adecúe la zona del suceso y no se repita nada parecido.

Miguel Ángel Carmona, portavoz de la familia de la joven, afirma que la Junta no les da soluciones ni respuestas sobre el asunto. Tras meses de espera, Carmona, hastiado, cuenta a este periódico que prefiere que le mientan y le llamen para contarle lo que sea, en vez de sentir este desamparo institucional.

El 9 de marzo de 2014, en una manifestación multitudinaria en Álora, el portavoz de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, anunció públicamente que se arreglaría lo antes posible, «han tenido tiempo de sobra pero no han hecho nada», apunta Carmona.

«Nos sentamos a hablar con ellos en febrero y marzo del año pasado. En mayo, con la familia, nos presentaron un proyecto y nos dijeron que en dos meses tendríamos una contestación formal, pero no tenemos respuesta». La falta de compromiso de la institución autonómica es abismal, denuncian. Alonso Gómez, padre de la joven, lleva días y meses intentando pedir cita con Ruiz Espejo, pero no se la conceden.

Los familiares decidieron quedarse en el despacho del portavoz hasta tener respuesta: «Ruiz Espejo estaba fuera de Málaga. Eso fue un viernes y dijo que llamaría el lunes, dimos una semana de cuartel pero finalmente no llamó nadie». La réplica es la misma. La Junta afirma que el proyecto está en marcha pero todavía no hay pruebas evidentes de que sea así.

En septiembre, Miguel Ángel Carmona, harto del desinterés de la Junta, le dijo a Ruiz Espejo que sus palabras valían poco, que los plazos que promete nunca los cumple y, un mes después, les enviaron una nota de prensa afirmando que en un par de semanas darían a la familia respuestas formales del asunto. Hasta ahora.

Las últimas noticias son del pasado 23 de octubre. Ante las presiones de la familia y su entorno, la Junta contestó alegando que la zona donde se produjo el suceso no es de tránsito. La familia de la joven afirma que seguirá luchando para que se arregle de una vez: «Dicen que están con nosotros, pero en un año todavía no han hecho nada».