¡­Hace dos años el Ayuntamiento de Antequera creó el área de Patrimonio Mundial, con Juan Rosas a la cabeza, eran los primeros pasos hacia un sueño: que el Sitio de los Dólmenes recibiera ese reconocimiento internacional por parte de la Unesco. Y en julio de 2016, en Estambul, se confirmó la noticia. Los Dólmenes, la Peña de los Enamorados y El Torcal eran ya Patrimonio de la Humanidad. Dos años después, así ve Rosas la ciudad que sigue transformando su economía para ser la más turística de su historia.

Antes de ese día en Estambul, desde su área tomaron las riendas de la campaña para que los dólmenes fueran patrimonio.

Sí, recuerdo el día que el alcalde me llamó y me dijo que me dedicaría al área de Patrimonio Mundial, en ese momento pensé en millones de preguntas sobre cómo era esa declaración y qué había que hacer y esa misma inquietud la tenían muchos antequeranso; por eso nació Piedra sobre Piedra, una campaña que lo que quería era informar a la ciudadanía del hecho histórico que estábamos viviendo y que fueran parte de él porque eran imprescindibles para conseguirlo.

Y así fue, la ciudad se volcó.

Sí, así fue. Yo siempre digo que sé dónde estaban todos los antequeranos ese verano porque a través de esa campaña todos luchamos desde muchos rincones para apoyar el Patrimonio Mundial y así lo vio la examinadora cuando vino a Antequera y fue uno de los elementos valorados.

Había que implicar a todos los sectores.

Yo creo que con el Patrimonio Mundial despertó nuestro antequeranismo. Hace unos días fui a Santiponce, que está ahora en el proceso de que Itálica sea Patrimonio Mundial, y nos han puesto de ejemplo, porque le falta precisamente ese respaldo, es genial.

Y dos años después, ¿qué efectos ha tenido en la ciudad?

Madeca hizo un estudio de qué podría pasar en Antequera, estimó un crecimiento de 75.000 visitantes más en tres años, nosotros hemos crecido en dos años más de 300.000, con más de 632.000 visitantes en 2017 frente a los 308.756 de 2015. Por eso hemos vuelto a pedirle un informe para saber cuál ha sido la repercusión real. Pero se ve con sólo pasear por la ciudad; hemos sabido abrirnos al mundo y somos ya una ciudad eminentemente turística.

Y ¿económicamente?

Pues igual, Madeca estimó que según sus previsiones sería de unos 10,9 millones, pero si hacemos una regla de tres y vemos cómo hemos crecido en turistas y el gasto medio por visitantes que ellos estipularon podemos decir que los que han venido hasta aquí se han gastado más de 139 millones de euros, en dos años. Y en cuanto a los empleos, directos e indirectos, estimamos más de un millar. Es un crecimiento muy rápido y que ha hecho necesario que nos adaptemos todos; por eso ayudamos a los empresarios a formarse y tener un sector turístico cada vez más profesional, para que el que venga repita.

Y ¿qué queda por hacer?

Pues mucho, eso, formarnos más, que contemos espero en un plazo no muy largo con más marcas hoteleras, porque la tendencia es seguir creciendo y debemos estar preparados.

De hecho, la Unesco dejó deberes de cara a una próxima evaluación.

Sí y en eso estamos trabajando y reivindicando. Desde el Ayuntamiento estamos haciendo los deberes. Hemos redactado el plan especial, que sigue pendiente de que la Junta diga qué quiere añadir; hemos actuado en el entorno del conjunto dolménico, que no era cosa nuestra, y ahora pedimos a la Junta que nos ayude a acondicionarlo con servicios e integrarlo en ese espacio porque el autobús para en la puerta del tholos, eso sólo pasa aquí.

Precisamente, han manifestado desde el Consistorio que hay que mejorar la atención en el conjunto dolménico.

Sí, los dólmenes por desgracia no son competencia del Ayuntamiento. Tenemos un conjunto arqueológico sin arqueólogo y hemos aumentado en visitantes, pero seguimos con el mismo número de visitas guiadas que hace seis años, eso no puede ser. Entendemos que las actividades que se realizan son insuficientes en lo que se refiere a enseñarse y divertirse en los dólmenes y tenemos además que abanderar la investigación.

¿Y qué saben de las obras del futuro museo?

Las obras del parque dolménico van según lo previsto; nos hemos gastado ingentes cantidades en construirlo, ahora en derruirlo y está previsto abrirlo en tres años, pero estamos en lo mismo, no nos sirve de nada sino se amplía la plantilla y si no se hace un programa de actividades adecuado, así que espero que venga acompañado de todo eso.

¿Se ha vencido la estacionalidad?

Bueno, lo estamos haciendo. El verano ya no es en Antequera temporada baja, creo que lo estamos haciendo bien, hemos llenado los hoteles estos meses, el Antequera Light Fest llenó la ciudad el fin de semana pasado, y no sólo por los dólmenes. Somos Ciudad Europea del Deporte y competiciones como los campeonatos de tenis de mesa o ahora los de balonmano playa vuelven a colgar el cartel de no hay plazas; todo eso deja una gran repercusión económica y es fruto del gran trabajo que hay detrás.