Entrevista | Pedro Olalla Director de La Pasión de Casarabonela

«Jesús fue el primer hombre moderno de la historia»

El director de La Pasión de Casarabonela reivindica la figura de Jesús dos mil años después de su muerte en un mundo marcado por las guerras

Pedro Olalla, director de La Pasión de Casarabonela.

Pedro Olalla, director de La Pasión de Casarabonela. / J.M. Sánchez-Lafuente

Josemi Sepúlveda

Josemi Sepúlveda

Crea, sueña, imagina, modela una idea, la esculpe, le da título, la acuña, la define, la pone en cuarentena, la guarda, la ama, la odia, le enamora, le duele, llora…. posiblemente estas y otras muchas etapas son por las que pasó y pasa Pedro Olalla hasta alcanzar el indiscutible estilo por el cual, cada Semana Santa, La Pasión de Casarabonela provoca la reflexión.

¿Cómo es la obra?

Es un viaje hacia el interior. Profundizamos en los porqués de la situación de los tiempos de Jesús. El Nazareno desestabiliza el status quo político, compuesto por Roma y el Sanedrín. Un judío que se reúne con leprosos, prostitutas, endemoniados y harapientos de aquel mundo quiebra el equilibrio de la religión judía. Rompe con la división tradicional entre lo profano y lo sagrado. Un libertador, en definitiva, de un sistema que él entendía opresor y que descalificaba a una gran parte de la población.

¿Cómo llevan este concepto a su representación?

Respetando el concepto de lo sagrado desde un punto de vista contemporáneo. Trabajamos sobre textos del Antiguo y Nuevo Testamento. Nuestra obra cuenta con un narrador que va introduciendo al público en la Jerusalén de hace dos mil años. Nosotros nos hacemos muchas preguntas: ¿Por qué surge una religión precisamente de un predicador muerto en una cruz cuando murieron otros muchos condenados por Roma? Sus ideas eran tan potentes que no me cabe duda de que Jesús fue el primer hombre moderno de la historia. Un hombre influyente, necesario y fundamental también en nuestros tiempos.

¿Por qué en el interior de una iglesia?

Probablemente sea la renuncia a la representación al aire libre una de nuestras señas de identidad. La iglesia como refugio espiritual de un pueblo. Meternos dentro del corazón de Casarabonela nos permite contar esta historia como una compleja catequesis plástica y moral.

A La Pasión de Casarabonela se la conoce por una puesta en escena vanguardista con una estética arriesgada llena de simbolismo.

Sin embargo nuestra estética es deudora de lo clásico. Homenajeamos dos mil años de la historia del arte, especialmente la Edad Media. Nuestro calvario y nuestra crucifixión están más cerca del Gótico que del Barroco. Las cruces tienen una altura considerable para estrechar ópticamente el espacio casi como en los viejos retablos góticos. La Pasión de Casarabonela no proyecta una estética barroca sino medieval y lo conjugamos con la austeridad del hierro. Somos contemporáneos. Nunca hemos querido hacer un teatro de romanos. Respeto y admiro otras propuestas que homenajean al péplum romano. Somos un auto sacramental con toda la imponente austeridad del medievo. Un viaje hacia el interior de lo que somos. Nuestra idea siempre fue hacernos preguntas y trasladarlas al público.

La música es también un elemento fundamental que les acompaña en esta puesta en escena.

La música es un vehículo clave para hacer entendible una escenificación. La banda sonora de nuestra representación conforma una suerte de teología de músicas. Suenan temas de prácticamente todas las religiones del mundo. Además hay cuatro momentos en que la música se produce en directo. La saeta de Bonela Hijo durante el vía crucis, las voces del coro sacro Lumen Laudis para el Santo Traslado y el final del Calvario. Este año como novedad incorporamos la capilla musical Carmen Doloroso para ponerle sonidos a distintas escenas de la Pasión. No podemos olvidar a Francisco Mora, que canta a capela cuando las cruces se alzan.

Casarabonela además de contar la historia de Jesús en su representación viene, últimamente, denunciando, de alguna manera las injusticias actuales.

Hace dos años denunciamos la injusticia de la guerra de Ucrania. Hace unos días la capilla musical Carmen Doloroso nos invitó a clausurar su concierto de Cuaresma en la iglesia de San José del Convento de las Carmelitas Descalzas de Málaga en el que nuestros actores representaron algunas partes de la obra con los sones de la capilla musical. En ese acto me invitaron a hacer una presentación breve de los monólogos que mostramos. No pude evitar decir que hoy día el Gólgota no es una colina a las afueras de Jerusalén. El Gólgota hoy se encuentra en las calles bombardeadas de Gaza. ¿Qué papel tendría hoy Jesús si hubiese nacido en estos tiempos? Nosotros no podemos traerlo físicamente de nuevo hasta aquí. Pero sí su dolor, su enseñanza, su debilidad, su fortaleza, su martirio, su revolución, su luz. Eso es La Pasión de Casarabonela. Esas son nuestras claves.

¿Con qué apoyos cuenta para un evento de tal envergadura?

Desde el principio hemos encontrado siempre apoyos en nuestro pueblo morisco con el Ayuntamiento de Casarabonela al frente. También en la Diputación de Málaga y por supuesto en nuestra parroquia. Siempre con el apoyo de los distintos párrocos que desde hace más de cuatro décadas han pasado por Santiago. El Obispado destinó en septiembre del año pasado al sacerdote Germán García Ruiz a nuestra parroquia, este año será el primero con nosotros y esperamos que esta catequesis lo emocione tanto como a nosotros, como lo hizo con tantas personas en estos más de cuarenta años. Sin ellos sería impensable poder representar este auto sacramental.

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