El Grupo Callejón del Gato pone en escena un encuentro imaginado entre estos dos pesos pesados de nuestra historia y nuestra literatura que son Miguel de Unamuno y Manuel Azaña en el marco de aquel tramo final que para ambos fue el comienzo de la Guerra Civil. En agosto Azaña había firmado la segunda destitución de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca por su alineamiento con los sublevados. En sus últimos meses el vasco reexamina su postura según los indicios de barbarie en retaguardia que le van llegando. Una obra innovadora, de gran interés divulgativo en la que se nos exponen las razonadas motivaciones de ambos y cómo aquel diálogo posible quedó apagado por los gritos y descargas de "los hunos y los hotros", como dejó Unamuno escrito en su correspondencia. En estos tiempos que se tramita una nueva ley de Memoria Democrática, parece oportuno acercarnos a la posibilidad de esa tercera España de la que algunos hablan e intentar comprender hasta qué punto pudo ser factible.

La figura de Miguel de Unamuno llena con su poderosa presencia el período final del siglo XIX y los comienzos del XX en el terreno del pensamiento antes de la aparición de Ortega. Hombre ferozmente independiente e insobornable, tan adversario de Sabino Arana en mentalidad y oposiciones como del general Primo de Rivera en actitud y posiciones, desarrolló una obra amplia y excelente en todos los géneros que trató. Sus novelas (Abel Sánchez, Niebla, La tía Tula…) cuestionaron los modos de vida de la España de su tiempo y hasta el mismo modo de entender la narración; en el teatro no hizo menos: obras como La difunta, El otro o El hermano Juan sientan las bases de una renovación interna de la estructura teatral muy alabada por los especialistas, así como lo son sus versiones de clásicos como Medea de Séneca; su poesía, no por menos fecunda se queda atrás con respecto a otros géneros, con obras como El Cristo de Velázquez. En cuanto a pensamiento, prácticamente toda su obra se adscribe al mismo, además de los ensayos como La agonía del cristianismo o la investigación literaria en Vida de Don Quijote y Sancho. Como hombre político se implicó en las tensiones de su tiempo, sufrió destierro en el Directorio y fue diputado en el primer bienio de la II República. Desengañado de la evolución de la misma, llegó a apoyar al bando rebelde al comienzo de Guerra Civil, para revisar esta postura en sus últimos días.

Manuel Azaña fue presidente del Consejo de Ministros en ese bienio en el que Unamuno fue parlamentario y, posteriormente, presidente de la II República durante la Guerra Civil. Como miembro de la, aún no denominada, Generación de 1914 fue firme opositor de la Generación del 98. Su interés por la vida pública comenzó en el Ateneo de Madrid del que llegó a ser presidente. Corresponsal de guerra en el frente europeo, participó en distintos proyectos editoriales de éxito desigual, algunos en colaboración con Ortega. Destacó por sus demandas de mayores libertades y competencias ciudadanas en el marco de las últimas décadas de la Restauración. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura por Vida de Don Juan Valera en 1926, mismo año en que funda Acción Republicana. Otro libro publicado en esos años es el polémico El jardín de los frailes. Será uno de los firmantes del Pacto de San Sebastián, que antecede en pocos meses a la proclamación de la República de la que será presidente. En los últimos meses de la guerra, cruza la frontera francesa y desde allí presenta su dimisión. Morirá al año siguiente en aquel país, quedando inédito su monólogo La velada en Benicarló. Sus Diarios, publicados ya en este siglo, han sido muy valorados por la historiografía.

Esta obra se inscribe en una fórmula que no es ajena a piezas como La cena de J. C. Brisville (en la que se reunía a Talleyrand y Fouché en la peor hora de Napoleón) o Copenhague de M. Frayn (que juntaba en esa ciudad a Bohr y Heisenberg en el momento de mayor expansión nazi). El Grupo Teatro del Gato aporta en esta obra original los elementos escénicos en un marco sobrio en el que se cede el turno a la palabra y a la confrontación de argumentos provenientes de dos auténticas personalidades, interpretadas por Enrique Girón y Juan García de la Cova.

Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, Enrique Girón ha sido profesor en el IB Vicente Espinel de Málaga. En el tiempo en que estuvo asignado en Pozoblanco creó (en compañía de Juan García de la Cova) el Grupo Callejón del Gato para representar Luces de Bohemia. La acogida fue tal que, además de obtener distinciones en festivales de teatro, la iniciativa tuvo continuidad hasta nuestros días con obras como Terapia o Entregados en los últimos tiempos. Responsables de numerosos montajes teatrales, al esfuerzo conjunto de Girón, García de la Cova y el resto de sus integrantes se unió Raúl Guerrero Gálvez en 2013, a cargo del sonido y la iluminación escénica.

Además de su labor docente y teatral, Enrique Girón ha dedicado sus esfuerzos a la traducción (por lo común en colaboración con el también docente Andrés Arenas) vertiendo en español la obra de varios foráneos vinculados con nuestra tierra como Sir Peter Chalmers Mitchell, John Julius Norwich, el cónsul Arbellot o Marjorie Grice Hutchinson. También ha puesto en español obras de Oscar Wilde o las memorias de la diplomática malagueña Isabel Pérez Oyarzábal, Rescoldos de libertad, que presentó en el Centro Generación del 27. Sus últimas traducciones por el momento son Praeterita. Memorias de un esteta victoriano de John Ruskin e Historia de mi corazón de Richard Jefferies, ambas en colaboración con A. Arenas.