La pesadilla que cualquier actor o productor ha tenido: llega el día de la actuación y la función no se puede hacer. Una pesadilla recurrente que en nuestro caso se convierte en toda una realidad: por un error absurdo, la compañía que tenía que representar EL PERRO DEL HORTELANO va camino de Lugo y en el teatro sólo se han presentado dos técnicos que viajaban por su cuenta, dos técnicos muy predispuestos que, con ayuda de lo que encuentren por el teatro, se comprometen a ofrecerle al público la función que han venido a ver.

Nuestra función entra de pleno dentro del género de TEATRO DENTRO DEL TEATRO. Por una parte tenemos la trama de esos dos técnicos que se ven obligados a sacar adelante una función sin apenas medios y por otra se pone en escena el texto original de Lope de Vega.

La trama de los técnicos nos hablará de las dificultades de las compañías itinerantes para levantar producciones y de las soluciones para salir del paso ante cualquier contingencia. La que se vive en esta función es de las más complicadas: dos técnicos sin escenografía y sin vestuario se comprometen a representar una función acompañados por dos actrices que acaban de conocer. Todo un reto.

La trama del PERRO DEL HORTELANO es una obra palatina de enredo en la que una Condesa, viendo que una de sus criadas se ha enamorado de su secretario, tiene un ataque de celos y, olvidándose de la diferencia de clases, se encapricha de su sirviente a pesar de que su honor de condesa pueda quedar mancillado. Los pretendientes de la Condesa, alarmados por los acontecimientos, contratan a un matador para librarse del sirviente pero, a última hora, una argucia convierte al secretario en el hijo perdido de un Duque, por lo que la boda entre la Condesa y su sirviente pone un final feliz a la comedia.