Completada la tanda de rescates de peso ligero o mosca (Grecia, Portugal, Chipre), comenzarán con España los pesos medios y semipesados, que seguirán algo después con Italia. Como cada rescate de la UE afianza de momento a los rescatados, pero debilita a los rescatadores por efecto de la transfusión, irán en seguida Francia y alguno más. Cuando no quede ya nadie por rescatar, Alemania habrá logrado poner condiciones a todos, pero la red pesará ya tanto que se irá al fondo del mar con la pesca. Entonces, todos al fin con las llaves de todos, se cogerán de la mano y empezarán a cantar: «¿Dónde están las llaves, matarile, rile, rile?, ¡en el fondo del mar, matarile, rile, ron, pim, pom!». Ese puede ser el comienzo de una nueva vida de la UE como continente sumergido, cumpliendo el destino de la Atlántida, alegoría mítica de referencia que, como todas, encierra también una profecía.