Al PP le votaron 11 de cada 100 españoles censados, al PSOE 10 de cada 100 votantes, a Izquierda plural 4 de cada 100 electores, a Podemos 3 de cada 100, así podíamos seguir con cada vez menos votantes por partido. Las elecciones europeas las hemos ganado los más de 54 de cada 100 personas con derecho a voto que nos hemos abstenido. En mi caso por primera vez en esta maravillosa democracia, los motivos de este castigo a los candidatos y partidos debería hacer reflexionar y tomar conciencia de que algo están haciendo muy mal para que la sociedad en su mayoría les dé la espalda.

Observando la felicidad con la que se comportan los políticos tras esta bofetada de indiferencia y abstención de casi 19 millones de españoles y como con esa ridícula representación algunas minorías han tomado la calle como si tuviesen derecho a decidir por todos nosotros los que madrugamos para seguir sosteniendo con nuestro trabajo e impuestos a todos los tunantes y golfos que a codazos intentan abrirse hueco en el medrar, además de los que a base de «jaleo» destrozan para hacerse notar, sin respetar la opinión de esta mayoría silenciosa, pero con conocimiento de los cantos de sirena y demagogos televisivos.

España hoy no está para debates entre monarquía o república, pienso que el futuro debe ser esperanzador y exigente sin cubrir con armiño errores, corruptelas o incompetencias, me hace cada vez más republicano el ver en las recepciones reales cabezazos, inclinaciones de chepa o bisagra, así como reverencias de pis en las féminas que en el siglo XXI quedan fuera de lugar, no es de recibo la ostentosa parafernalia que se ha quedado añeja y ridícula en un país con desahucios y hambre y donde todos somos iguales ante la ley y nadie es más que nadie.

Le deseo toda la suerte del mundo al nuevo monarca desde mi posición republicana (República Francesa, Federal Alemana, Austriaca, etc. son mis referentes), que sepa rodearse de honestos, la familia como las estrellas... lejos, que no se interponga entre la justicia y el encausado exduque y que no caiga en el ADN de sus predecesores borbones y defecto de casi todas las demás monarquías europeas, donde la pernada con faldas revueltas de amigas entrañables va unido a la falta de respeto y responsabilidad por el alto cargo que se ostenta, (secreto de dos, secreto de todas).

No tome ejemplo de la Monarquía Cubana (dinastía de los Castro forever), donde si no estás conforme te queda el exilio, la cárcel o el accidente de tráfico; me gustaría conocer la opinión de los líderes de izquierdas sobre este «paraíso» comunista al que nos quieren poner de referencia durante la fiebre republicana de Archipiélago Gulag que les embarga.