De las muchas cosas que recuerdo haber oído a mi padre hay una que puede estar muy de actualidad, «pase lo que pase, gobierne quien gobierne, que tu trabajo no dependa de ello». No es fácil. Que si la coyuntura económica, que si la familia, los gastos en las empresas, la inflación. Pretender no depender de los factores externos es difícil por no decir imposible, no vivimos en una burbuja y desear algo no siempre es síntoma de que se cumpla. Dicho lo cual puedo decir que de momento hemos conseguido capear el temporal mejor que mal. Pero, ¿es nuestro caso particular una muestra de la realidad? nunca debiera serlo ni para bien ni para mal. Que Rafael Nadal, español, haya ganado 14 títulos del Grand Slam no significa que en España todos juguemos al tenis espectacularmente. Por tanto ni casos particulares ni estadísticas sesgadas pueden demostrar que todo va fenomenal a pesar de que sea año electoral.

Los coches de lujo se venden mejor que nunca y Sierra Nevada esta llena, pero también es verdad que hay más paro que casi nunca, y los parados sin prestación alguna llegan al 50%.

Hay dos conclusiones que podemos sacar, que todo va fenomenal y que la gente puede esquiar e incluso hace cola para ello, o que todo va fatal y que no hay trabajo para todos. Pero también hay una tercera, que se ha aumentado la desigualdad en la sociedad y que se acucia más la diferencia entre los que les va bien y los que no les va tan bien. Brecha que siempre ha existido y mucho me temo existirá, pero quizá debamos remediar es que esa distancia no sea tan abrupta. En el cómo quiero pensar que estamos todos dentro de nuestras posibilidades, lo que parece obvio es que enseñándole a los que no tienen nada, la calle Larios llena de felices compradores y diciéndoles: «mira si todo va fenomenal, tu también puedes ser feliz» quizá no sea lo más didáctico. Es más es posible que ni siquiera eso sea un incentivo. Aún más, cabe la posibilidad de que haya quién ni se plantee si está mejor o peor o ni sepa como se sacan esas conclusiones.

*Enrique González de Gor es empresario