¡A los leones!, por Manuel Delgado Iriarte

«¡A los leones los ateos!», gritaba la plebe romana, refiriéndose a los cristianos, porque adoraban sólo a Dios y eran ateos respecto a los de Roma. Hoy es la misma víctima desesperada de un sistema impersonal la que se tira a los leones, como ha sucedido estos días en España. Se dirá, para tranquilizar las conciencias, que se trata de un loco, ya que nadie pidió que lo tiraran, ni nadie le empujó. Sin embargo, el hecho es que se trataba de un honesto e incluso solidario policía, a quienes injustas leyes matrimoniales, laborales y sanitarias fueron sumiendo en crisis y desvaríos locuras cada vez mayores, hasta llevarle a arrojarse a las fieras. Siendo esas leyes generales, cifras cantan, inducen cada día a más personas a la depresión, la desesperación y el suicidio; pero se sigue culpabilizando sólo a sus víctimas, y no a quienes impulsaron, promulgaron y toleraron esas normas abusivas. ¿De verdad que hemos avanzado en esto?

Aupando a los nadies, por Pablo Osés Azcona

Los veo subidos a la valla de Melilla, durmiendo en cartones , sin nada. Siempre se les ha despreciado. En su tiempo porque eran esclavos. Hace menos tiempo viví por ejemplo a los franceses despreciando a los españoles emigrantes y nosotros a los marroquíes. Y los blancos a los negros. Y ahora también casi todos a los muy empobrecidos. Parece que para sentirnos alguien hay que auparse sobre los nadies. Pero la verdad es que hay que aupar a los nadie hasta sus derechos que ,oh sorpresa, son los derechos humanos. La prueba del algodón de seres humanos, si alguna vez llegamos a serlo, es estimar a los nadies. Serán nadie hasta que los convirtamos en alguien. Quizás esa quiera ser la misión de Podemos. Por eso pregona ni un desahucio más a quien no tiene otro techo. Disfrutaremos sintiéndonos alguien cuando consigamos aupar a los nadies.

Disputándose una villanía, por Gloria Calvar Landín

Parecía imposible llegar tan lejos, pero vemos con asombro cómo el Psoe e Izquierda Unida se disputan el dudoso honor de haber organizado el asedio a las sedes del PP el día de la infamia, aquel terrible día en que las vías del tren estaban cuajadas por los cadáveres destrozados de 200 personas, que las familias recorrían desesperadas a hospitales y en una jornada de reflexión se saltaron la ley. La sensibilidad democrática peleándose por la autoría de un delito demuestra el bajo nivel de estos tres partidos, ya que cuando deberían sentirse avergonzados por no respetar la ley, que exige que el día de reflexión no se haga agit-prop, que fue lo que hicieron de forma desvergonzada. Esperar una regeneración de la vida política de esta gente es imposible ya que se ve de lo que son capaces y, en vez de avergonzarse de ello, se disputan su autoría. No es lo peor la crisis económica; la ética es devastadora.