Sin mayorías absolutas

Todos ansían tenerlas con la excusa de hacer posible la gobernabilidad del país, en detrimento de la pluralidad partidista participativa en todas las cuestiones del ejecutivo de turno, que en las cámaras deciden sobre nuestras vidas, en cuyas decisiones tiene mucho que ver un absolutismo exclusivo que no dé derecho a enmiendas, como ha sucedido en las cámaras durante toda la legislatura del PP.

El consenso que, según los políticos, complica su gestión de gobierno, queda ampliamente justificado al dar cabida a todas las opiniones que los demás partidos votados por el pueblo, pueden defender democráticamente hasta conseguir que las votaciones parlamentarias decidan qué leyes o decretos se pueden presentar a trámite para su posterior aprobación.

En el caso del Partido Popular, el Sr. Rajoy y su gobierno, en este año electoral, aún hoy está vetando en la Cámara Baja solicitudes de los demás partidos que la componen, impidiendo que se abra una comisión de investigación sobre las corrupciones del PP, que como todos sabemos no son pocas. Siendo esto lo último, después de haber negado sistemáticamente a la oposición, su participación tras debatir largamente para nada, las decisiones que se van a tomar sí o sí aunque no gusten a nadie.

Como los resultados son los que cuentan y los españoles estamos muy decepcionados ante estas prácticas arbitrarias y antisociales, muchísimos pensamos que es muy conveniente evitar en bien común que nuestros votos les concedan las mayorías absolutas cambiando la ley electoral, porque sólo así podremos controlar sus muy posibles errores.Luis Vinuesa Serrate. Málaga