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Sociedad Anónima

José Vicente Rodríguez

Los bancos, encima morosos

La crisis económica ha dejado en pésimo lugar a los bancos españoles, de quien lo más suave que se puede decir en este tiempo es que no se han cubierto precisamente de gloria. Al sector financiero se le sigue recriminando, en primer lugar, que alimentara de forma irresponsable el fenómeno de la burbuja inmobiliaria, al lanzarse a una incontrolada espiral de concesión de hipotecas que contribuyó a poner el precio de la vivienda por las nubes. Luego vino el estallido de la crisis, el rescate de la banca financiado con dinero público y una oleada de desahucios que ha generado un verdadero drama social. Desahucios, por cierto, de clientes a quienes los bancos concedieron hipotecas de forma demasiado alegre y con escaso control del riesgo, recurriendo incluso a sobretasaciones de los pisos para dar más dinero del aconsejado por el Banco de España.

En el debe de las entidades financieras también figura su desleal comportamiento con clientes a las que colocaron participaciones preferentes, swaps o cláusulas de suelo aprovechando en muchas ocasiones el desconocimiento de los firmantes. Por no olvidar tampoco, a nivel empresarial, el cierre indiscriminado del grifo del crédito que han soportado durante estos años los pequeños empresarios y autónomos. Miles de negocios han tenido que echar el cierre durante la crisis al no ver renovadas sus pólizas de crédito, a pesar de contar con volumen de negocio suficiente para haber seguido adelante. Mirando la foto global no es una herencia de la que los bancos puedan sentirse orgullosos. Todo lo contrario. Por eso, y ahora que el sector financiero vuelve a exhibir subidas de beneficios y alardea de que el crédito vuelve a fluir, indigna todavía más la noticia conocida esta semana de la mano del Colegio de Administradores de Fincas. Los bancos son los grandes morosos de las comunidades de vecinos de Málaga y adeudan ya casi 18 millones de euros en cuotas de viviendas embargadas. Un débito que engorda año a año. Dice el presidente del Colegio, Fernando Pastor, que los bancos recurren al subterfugio legal de no escriturar la vivienda embargada en el Registro de la Propiedad, para evitar que la comunidad pueda reclamarles las cuotas. Hecha la ley, hecha la trampa, dicen algunos. Pues vale. Encima, morosos.

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