Fernando joyeros

Somos un negocio netamente «malagueño». Hace 25 años apostamos por establecernos en calle Strachan, vía por entonces, olvidada completamente por la población de nuestra querida ciudad. Con nuestra labor comercial y fe en nuestras posibilidades profesionales, participamos muy activamente en convertirla en una calle atrayente para la creación de distintas actividades de comercio, como así fue, sintiendo una verdadera satisfacción por ello en el transcursos de los siguientes lustros.

Desde unos años para acá, nuestra actividad se ha visto seriamente comprometida, después de luchar sin desmayo por traer a Málaga grandes marcas, tales como Cartier, Jaeger, Le Coultre y otras también muy importantes que apostaron, empujados por nuestra tenacidad, por dotar a Málaga de un caché hasta entonces no conseguido. Pues bien, en estos momentos nos encontramos en una desesperante situación de indefensión después de una larga e intensa actividad profesional, y en situación de jubilados, recogiendo lo que nos queda después de soportar una dura y despiadada crisis, que digan lo que digan aún persiste y que hemos afrontado sin prescindir de ninguno de nuestros extraordinarios colaboradores, que llevan años con nosotros y cuyo mantenimiento está repercutiendo en nuestro patrimonio, pero no obstante, sintiéndonos orgullosos por ello, ya que son personas que forman parte de nuestra empresa y de nuestras vidas.

Estamos liquidando, ¿podremos hacerlo?, ¿nos dejarán? Nos encontramos nuestras tiendas totalmente tapadas por toldos laterales, barreras de metal y cristal, como asimismo la ocupación abusiva de nuestro espacio comercial, motivado por sres. clientes de un local que tenemos enfrente, de vecino, que les sirven copas delante de nuestra puerta de entrada ¿no está prohibido beber en plena calle?, y otros muchos que con su griterío toman nuestra fachada de locutorio y aprovechan para que les sirva de cenicero. Nuestras reclamaciones son tomadas con mofa y en ciertos casos con agresividad.

Todo lo expuesto, que es inasumible, increíble e insufrible, lo trasladamos en su momento a todos los concejales que han pasado por el Ayuntamiento y que atendían este distrito Centro, junto con varios comerciantes compañeros sufridores de estos desmanes. ¡Se nos oyó, pero no se nos escuchó!

Estamos plenamente convencidos que las normativas municipales, deben ser cumplidas a rajatabla. Es más, nosotros tuvimos que desmontar un luminoso de nuestra fachada e igualmente unos postes de seguridad que montamos (después de sufrir un «alunizaje»), y que eran únicamente visibles de noche, porque la normativa no lo permitía. Sin embargo, hoy día estamos sufriendo un perjuicio enorme juntos a los comercios del entorno por la ocupación salvaje de la vía pública. Mejor dicho, privada para los establecimientos de hostelería que nos circundan y que incumplen reiteradas veces las ordenanzas municipales.

Amparándose en declaraciones sin sentido, los responsables municipales dicen que se les permite por el bien de apoyar al turismo y el empleo, sin valorar que el comercio en general, siempre ha creado puestos de trabajo dignos y estables y con esta actitud lo que se está favoreciendo es la desaparición a pasos agigantados del comercio malagueño y, consecuentemente, la ciudad está perdiendo parte de su personalidad e historia.

La solicitud de aplicación de la ley a las autoridades municipales ha caído en saco roto y queremos hacer ver que nuestra única y legítima pretensión es poder desarrollar nuestra profesión y actividad comercial en condiciones normales, las que nos corresponden y tenemos derecho de acuerdo con las normativas municipales por cuanto cumplimos con el pago de los impuestos y que, en función de ello, los comercios de hostelería colindantes respeten nuestros espacio. No estamos en contra de la hostelería. Sí estamos en contra de los abusos que se producen y permite el Ayuntamiento.

Terminamos, ¿podremos seguir realizando nuestra liquidación? No pedimos ningún favor o prebenda para nosotros, ¡solo que se cumpla la normativa! La hostelería colindante y sobre todo el Ayuntamiento tienen la palabra.

Agradecidos de antemano, muy atentamente,

Fernando JoyerosMálaga