Estados Unidos siempre elige en martes a sus presidentes. Pero hoy, víspera de elecciones, no vivirá esa «jornada de reflexión» que sí nos damos en España, de la misma forma que la normativa legal también impone en Francia o Italia. Se supone que es el respiro que debe ayudar al indeciso a decantarse por una alternativa determinada. Aunque puestos a invitar a la reflexión, ese paréntesis de 24 horas sin mítines o encuestas sirve actualmente de muy poco frente a la inmediatez y libertad legislativa que rodea a las redes sociales.

El día de reflexión no existe en territorio estadounidense, como tampoco se utiliza en países mucho más cercanos como Reino Unido o Alemania. Esta próxima madrugada ni siquiera se detendrá la competición baloncestística más importante del planeta, la NBA, dada a tomarse en lunes sus respiros semanales. Hay programados hasta siete encuentros para las primeras horas del martes en el continente europeo.

No obstante, el deporte suele entrar de lleno en la campaña electoral en Estados Unidos. ¿Imaginan a las más destacadas estrellas en activo o ya retiradas tomando partido por una u otra opción política en España? Al otro lado del Atlántico es algo bastante común. Por ejemplo, uno de los nombres más ilustres de la historia universal del baloncesto, LeBron James, después de que sumase un nuevo anillo a su palmarés hace unos meses, al frente de los Cavs de su Cleveland natal, pidió el voto por la candidata demócrata, Hillary Clinton: «Necesitamos un presidente que entienda nuestra comunidad y se base en el legado de Obama. Así que vamos a votar por ella».

También se han decantado por la misma opción política el mítico Kareem Abdul-Jabbar o «Magic» Johnson, además de Jason Collins, el que fuese primer jugador de la NBA que declaraba públicamente su homosexualidad. En esta disciplina deportiva apenas hay un nombre propio que haya brindado su apoyo al candidato republicano, Donald Trump. Se trata del exjugador de Chicago Bulls y también actor Dennis Rodman: «No necesitamos un político sino a un hombre de negocios. Cuando vuelva a la Casa Blanca será para visitar al Presidente Trump», ha afirmado quien incluso brillara como luchador de wrestling.

Hillary ha contado durante su campaña con el apoyo mediático de otras grandes estrellas del deporte, como la máxima goleadora en al historia del fútbol femenino estadounidense, Abby Wambach. Asimismo ha destacado a la candidata demócrata una de las grandes estrellas del tenis durante décadas, como es el caso de Billy Jean King: «Clinton es una líder comprobada».

Trump, no obstante, presume de tener en su propio «equipo de históricos deportistas» al exboxeador Mike Tyson, al exgolfista Jack Nicklaus o a la estrella de lucha libre Hulk Hogan, que hasta se ha ofrecido como posible vicepresidente del magnate. Precisamente por ser millonario, el candidato republicano tiene de su parte a los propietarios de los grandes equipos de la liga nacional de fútbol americano, la NFL. Es el caso de dueños y directores generales de los New England Patriots o los New York Jets.

Este igualado pulso político de «consecuencias planetarias», visto lo visto, también se juega en las canchas de juego. El tanteo definitivo, en apenas 48 horas.