El día 16 de marzo es el día nacional contra las agresiones en el ámbito sanitario en recuerdo del asesinato en 2009, de una médica de familia en Moratalla (Murcia) o en Andalucía, concretamente en Málaga, un médico de familia o, de otros tantos profesionales que han sufrido agresiones físicas o verbales en su puesto de trabajo. El objetivo de esta efeméride es sensibilizar a las administraciones públicas, a los propios profesionales y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a los profesionales que trabajan en la sanidad.

La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía (FSS-CCOO A) año tras año va solicitando los datos de agresiones, los analiza y proponemos al SAS medidas preventivas que sean efectivas para erradicar este mal que acecha dentro del sector de la sanidad.

Llevamos desde el 2008 porque fue en el 2007 cuando el SAS creó el registro de agresiones (RIAC) como parte anexa al Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía aprobado entre la administración y el Servicio Andaluz de Salud y hemos observado como los datos son un fiel reflejo de la sociedad en el momento actual que vivimos. Me explico, en años de bonanza las agresiones han bajado y en años de crisis, por todos los recortes que ha supuesto, hemos sufrido picos alarmantes hasta poder denunciar que dos profesionales al día sufren una agresión.

Esto demuestra que las agresiones no son accidentales, ni fortuitas. La sociedad en un contexto de crisis se convulsiona y más en momentos de angustia y desesperación como son las urgencias de los hospitales. Dispara con rabia, con gritos, golpes y con denuncias o exhibiciones en las redes sociales de aglomeraciones, de falta de camas o de demoras que no ayudan a solucionar el problema sino desconfianza y recelo en el trabajo que ejecutan y que recibimos, porque cuando se falta al respeto a aquellos que te están cuidando, se pierde la razón en lo que estás exigiendo.

La administración tiene cauces para denunciar de forma individual y de forma colectiva. ¡Hagámoslo!, pero con acciones que sumen no que resten y no queramos pasar la pelota para que tu angustia se convierta en la angustia de tu cuidador. Usuarios y pacientes no todo son derechos, también existen los deberes y las obligaciones como el respeto de los que cuidan de ti, de quienes te curan las 24 horas, los 365 días, para que tú tengas que esperar menos en épocas de sequía, ellos y ellas están trabajando más rápido y con más riesgo para su salud porque son trabajadores igual que tú. ¡Lucha!, pero no con la violencia como amiga.

Y también demuestra que la administración sanitaria no es todo lo ágil que se le presume y que debiera. No protege suficientemente como un buen padre de familia a sus profesionales. Sus medidas no son efectivas porque siempre tenemos la misma foto fija. Estamos trabajando, seguro que sí, pero no en la dirección adecuada porque entre todos tenemos que conseguir eliminar la violencia en los centros de trabajo y tenemos que dar pasos nuevos, el camino se hace andando, con valentía y si nos equivocamos nos levantamos y seguimos con más garra, con más ánimo.

Debemos de dar más participación y para eso CCOO está fuertemente comprometida con la salud laboral y lógicamente por la erradicación de la violencia en los centros de trabajo. Por ello, le hacemos un seguimiento anual al RIC con objeto de valorar los efectos que en esta materia han tenido las medidas de prevención adoptadas en los últimos tiempos y llevamos desde el 2011 reclamando un Observatorio de Agresiones al Servicio Andaluz de Salud donde nos sentemos en una mesa juntos con el objetivo de resolver, la administración, sindicatos, usuarios, pacientes, asociaciones de vecinos, técnicos de prevención, fiscales, abogados. Para escucharnos y hacernos cómplices en la solución, analizando la eficacia de las medidas preventivas actuales, los puntos más conflictivos, el número de trabajadores necesarios en las unidades con más demora, creando figuras como la del mediador y del educador social, coordinándonos y visualizando una cara común contra las agresiones en los centros de trabajo.

El 16 de marzo es una fecha importante de reivindicación y denuncia donde cada vez, observo con alegría, que somos más solidarizándonos contra la violencia y uniendo nuestras voces e ideas en contra de las agresiones, la unión hace la fuerza, y la posición del profesional en el eje del sistema sanitario, cuidadores de nuestra salud debe de ser la estrella que nos guíe, para aumentar la eficacia y el éxito de la organización.

*Martín Cruzado es responsable de Salud Laboral de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía