Discriminado por tu edad

La discriminación de la que más se quejan los europeos es por su edad. Y con razón, porque siempre se puede ser víctima de una mal intencionada discriminación por ser demasiado joven o demasiado viejo para algo. El edadismo es, pues, un rechazo que puede afectarnos a todos en distintas etapas de la vida, por lo que a todos nos interesa luchar por desterrarlo.

Sin embargo, una señora se ha hecho propagandista de ese discrimen en una carta a distintos periódicos. Argumenta que, para evitar accidentes, se prohíba por completo conducir a los mayores, «por ejemplo», añade con toda ligereza, «a los 75 años». Su ignorancia o malicia le hace pasar por alto que se comprueba médicamente la capacidad de conducir de todos; y en España aún más a los mayores, cada dos años y no cada cinco como en casi toda Europa.

Desbarra también intentando justificar quitar el carnet a los 75 años comparándolo con el no darlo sino a los 18, como si las aptitudes de los mayores no variaran mucho según las personas; y como si, al arrebatárselo sin razón a los todavía aptos, esa injusticia no fuera todavía más cruel con quienes, por vivir en zonas rurales, tener que ayudar a familiares, padecer discapacidades que no afectan a la conducción, etc., fueran así doblemente perjudicados.

M. Sagrera Capdevila. Málaga