Lo que los malagueños llevan pidiendo meses en manifestaciones no es un parcheo a la actual situación. No es construir un nuevo hospital en un periodo medio de diez años y cerrar otro por viejo. Eso no es arreglar nada, es confundir a la gente con lo que de verdad debe hacerse para arreglar algo. Esto no es otra cosa que la suma de 500 camas más en el total de las que ya existen para enfermos en la capital. Y sumar unas 300 más para el resto de la provincia. Con su correspondiente aumento de personal para ellas en ambos casos. Sólo eso y nada más y nada menos que eso. Lo ajeno a esto es marear la perdiz.

El Gobierno de Susana Díaz nos tiene demasiado acostumbrados a esquivar los picos de conflictividad social y laboral con la celebración de comisiones para arreglar este u otro asunto. Se nombra una comisión y ya parece que estamos arreglando algo. Una comisión que se toma unas semanas en tener sus conclusiones -conclusiones algunas que ya están estudiadas y metidas en cajones- y mientras pasa la tormenta. Así los políticos se van olvidando de las prioridades y la gente se sigue borrando de las protestas por el hartazgo de la lentitud de respuesta. Es de manual político. De Maquiavelo claro.

Lo que vengo a reclamar como presidente del Sindicato Médico de Málaga es que la comisión creada institucionalmente para abordar los problemas sanitarios, por lo pronto no tenga un sesgo tan marcado de relación única con el Hospital Regional-Carlos Haya. Es decir que sea más heterogénea y tenga profesionales más cercanos a otras realidades actuales de cómo está funcionando la sanidad pública en Málaga en otros hospitales y esferas de lo sanitario. Podríamos sospechar desde nuestro sindicato que tanta relación con el Regional pudiera tener que ver con la idea que expuse antes; que lo único que se quiera es cerrar el viejo hospital para construir uno nuevo en las cercanías del Civil, lo cual no es una solución al actual déficit en camas, personal y listas de espera.

Por nuestra parte no tenemos ninguna intención en participar en diálogos técnicos de dónde conviene más hacer este nuevohospital. Entendemos que deben ser los especialistas en este tipo de asuntos los que aborden la conveniencia de la conectividad o los problemas de tráfico para llegar a éste. No nos compete, pero sí el hecho de advertir que no debe ser un sustituto sino un nuevo hospital a pleno rendimiento.

Es necesario que alguien recuerde que seguimos a la cola de todos los indicadores sanitarios de la comunidad autónoma. Lo pocos datos internos a los que tenemos acceso así lo indican. Y eso que continuamos sin disfrutar de información fidedigna de cuánto presupuesto exactamente se está gastando el Gobierno de Susana Díaz en nuestra provincia en materia de sanidad. Hace bastante tiempo que estos datos no los tenemos simplemente porque estamos más que seguros que hay un agravio comparativo con otras provincias. La solución a todos nuestros males sanitarios no es otra que más presupuesto, más dinero para centros y personal, porque lo demás son paños calientes.

Queremos reincidir en este planteamiento, que parece que se escapa a la mayoría de la opinión pública; hay que construir un nuevo hospital que se sume a los ya existentes y ojo, hay que plantear medidas transitorias para paliar ese déficit, porque los tiempos para hacer una obra por parte de la Junta ya los hemos sufrido. No hay más que decir que el Macrohospital ya es papel mojado cuando hubo un tiempo en el que los Asperones iban a ser inmediatamente desalojados para su construcción. No podemos entregarnos a nuevos brindis al sol. Y no podemos permitir que se nos prometan hospitales y se abran a medio gas como el del Guadalhorce.

En este sentido sería bueno tener en cuenta que siempre en tiempos de crisis se abren las oportunidades para ser creativos, originales y buscar soluciones atípicas y quizás una de ellas pudiera ser recuperar la actividad en el Hospital Pascual de alguna forma y reactivar sus 150 camas disponibles para el sistema. Ese hospital ya está hecho. Igualmente hay que buscar una salida al problema de luz que bloquea que el Chare del Guadalhorce no esté al 100% ya. Es increíble que después de tanto tiempo se esté en esta situación.

Para paliar los déficits de la Costa del Sol occidental, la más exigida por su crecimiento, hay otras soluciones a la mano muy muy fáciles. Una; ser diligentes en la puesta en funcionamiento del Hospital de Estepona y dotarlo de personal para que en cuanto esté construido entre en funcionamiento. Hacer ese Chare prometido también para Fuengirola-Mijas. Desatascar de una vez el lío judicial de la ampliación del Costa del Sol y añadir más camas al Hospital de Benalmádena. Esto y la conveniente conversión en otro Chare del Hospital Marítimo de Torremolinos, una de las vergüenzas de dejadez y suciedad del actual Servicio Andaluz de Salud.

Dicho así parece una retahíla demasiado larga de proyectos para llevar a cabo de manera conjunta pero hay que recordar que la situación de la sanidad pública en Málaga es grave, muy grave y no se puede querer engañar a los profesionales y los usuarios con operaciones de maquillaje como las que parecen que van a dominar esta comisión. No hace falta un nuevo Regional-Carlos Haya, hacen falta que haya uno nuevo y siga funcionando el viejo si ésta es la intención. No vamos a bajar la guardia en lo que por población y PIB nos pertenece y por supuesto tampoco queremos que se convierta en una lucha provinciana, sino en un acto de justicia, de equilibrio territorial. Así que seguiremos apoyando a los ciudadanos, copropietarios del sistema, en su derecho legítimo de tener un sanidad de calidad y que durante muchos años le ha escatimado la Junta de Andalucía.

*Antonio Martín Noblejas es presidente del Sindicato Médico Málaga