Cartas al director

En esta misma sección, ya escribí algo sobre los 10.000 euros mensuales del peluquero del presidente francés Hollande. Hoy, leo que el nuevo presidente (Macron) ha gastado 26.000 euros (cien días) en maquillaje personal. ¿Debería, nuevamente, cabrearme? No. Ya no. Ya analizo y concluyo. Qué barato sale tomar como estúpidos a todo un pueblo. La tecnología avanza a pasos agigantados, pero demostrado está que el cerebro de masa cada vez cotiza más a la baja. Y no, no vale disimular con esnobismos de tres al cuarto. Se llama estupidez, y ellos lo saben.

Ahora, aplaudan la presente, para maquillar remordimientos.

Llamamiento a la paz social', por Gerardo Hernández

Después de ver un vídeo de Antena 3 de entrevistas en un barrio musulmán, se comprueba que las cosas están calientes, y el caldo de cultivo para el enfrentamiento, latente. Una llamada a la paz social -llevar a cabo, por ejemplo, un debate con representantes de ambas etnias, emitido por las televisiones públicas y privadas para calmar los ánimos-, sería más que interesante, pero supongo hay demasiadas cosas de las cuales no se permite aún hablar, y eso a pesar de la libertad de prensa de la que se presume. El enfrentamiento entre ‘musulmanes’ y ‘cristianos’ -aunque su número esté actualmente por los suelos-, debiera tratarse informativamente de manera muy distinta, ya que se incide demasiado en las fricciones, promoviéndose con ello que el enfrentamiento se agudice. Entiendo, debiéramos mostrar muchísimo más nuestras similitudes, de seres humanos a los que el nacimiento -suceso puramente aleatorio- nos ha separado en culturas, adoctrinamientos a menudo y creencias diferentes, de lo cual los intereses creados se han servido para sacar ventaja estratégica, para confundirnos y enfrentarnos en sus luchas por el poder. Y ya es hora de espabilar.