Este fin de semana comienza la Liga ACB. Este año no hay muchos jugadores nuevos que me llamen la atención. Sí vuelven jugadores prestigiosos que ya estuvieron. Hay pocas caras nuevas de jugadores que no conozcamos, pero algunas significativas. Fijémonos en los grandes favoritos a todo, que es lo que nos interesa a los seguidores malagueños, mucho más después de la que lió Valencia la temporada pasada, que nos ha devuelto a todos la ilusión de soñar. Para empezar, Barcelona y Baskonia han cambiado el equipo casi por completo. Barcelona seguro que por necesidad, puesto que llevan varios años sin conseguir ningún título y, lo que es peor, sin poder competir. Han reclutado más atleticismo (vaya palabra para decir que ficharon más músculo) con Hanga, Seraphin, Sanders y Moerman. También ficharon talento con Heurtel y se fijaron en el mercado nacional sumando al proyecto a Oriola, quizás el nacional de mayor progresión en la temporada pasada. Apostaron con el base Pressey (toda una incógnita). Rice, a entrenar con el LEB. Todo puesto en manos de Sito Alonso, todo un reto para él.

Baskonia también ha cambiado el equipo casi por completo pero esto es algo a lo que Querejeta nos tiene acostumbrados todas las temporadas. Además, es sencillo que si algo va mal siga haciendo cambios durante el año hasta encontrar lo que quiere. Este año ha buscado recuperar viejos rockeros como Huertas o Granger. Han apostado por jugadores con experiencia europea como Timma o Janning y otros que no la tienen como McRae o Garino. Además, han reclutado a Poirier, por el que peleaba media europa. El cambio más significativo estará en el banquillo con Prigioni, uno de esos jugadores que siempre piensas cuando le ves jugar que será un gran entrenador cuando se retire.

Valencia es el flamante campeón de Liga. Ellos también se han reforzado a pesar del éxito alcanzado con la plantilla de la pasada temporada. Y muy bien. Han incorporado a Green, un base-escolta (ahora lo llaman combo) que viene de jugar a un altísimo nivel en Olympiacos. A su juego interior incorporan a Pleiss y Williams, jugadores con experiencia ACB. Además, han fichado a Doomerkamp, un cuatro de enormes garantías y que abrirá espacios para esos interiores. Todo esto para competir en la Euroleague, objetivo más importante que seguro se marca el equipo taronja. Lo curioso es el cambio en el banquillo después de que Pedro Martínez ganara la Liga. ¿Qué habrá pasado ahí?

El Real Madrid ha retocado su plantilla levemente. Suman tiro exterior con Causeur, centímetros con Kuzmic y recuperan a Campazzo. Las incorporaciones suenan a rebaja de presupuesto. El gran fichaje del equipo blanco es Doncic, que sigue creciendo partido a partido y que tiene toda la pinta que esta será la última temporada que le veamos en Europa. El Madrid es el equipo que menos fichajes ha hecho de los favoritos al título, puesto que Campazzo ya tenía contrato con ellos.

Y hablemos de nuestro Unicaja. Lo primero que me resulta curioso es que este año sólo haya cuatro cambios en la plantilla porque Mo Soluade es un chico que vuelve a su casa. También sorprende que Musli sea el jugador número trece, pero esto era algo que se venía venir puesto que Plaza ha dejado bastante claro que no cuenta mucho con él. Salin es un tirador puro que dará descanso a Nedovic. Augustine es un jugador contrastado en Europa que tendrá gran importancia cuando haya que defender a los mejores pívots de Euroleague. Me sorprende el fichaje de Shermadini, no por su capacidad ofensiva pero sí por su falta de atleticismo (otra vez la palabrita) tan importante en la mejor liga fuera de la NBA. La gran apuesta es McCallum, aunque también la gran incógnita. Está designado a ser un jugador vital para nuestro equipo. Aunque si no lo es no pasa nada, que detrás está Alberto Díaz con el hambre del que quiere comerse el mundo.

Creo que se presenta una Liga más interesante que la del año pasado y, a priori, más igualada. Esperemos que a estos cinco se sume algún equipo más dispuesto a dar guerra y nos divirtamos viendo baloncesto bonito y competitivo, que buena falta nos hace divertirnos a los españoles, que estamos un poco hasta el moño de las movidas políticas que nos tienen saturados.