BMV con este nombre de coche de alta gama, se pusieron manos a la obra los vecinos del distrito 2 de Málaga. Su objetivo era limpiar la zona del Mayorazgo y del Limonar. Hartos de que sus peticiones al Ayuntamiento fueran a saco roto, ellos mismos cogieron bolsas, recogedores y escobas y se pusieron a limpiar. BMV son las siglas de Barrenderos Malagueños Voluntarios, la iniciativa no tendría más recorrido que un simple acto de buena vecindad, si no fuera por el agravio comparativo. Decenas de personas y de horas para limpiar algunas zonas de Málaga, y muy pocos recursos para esta zona de Málaga, la zona Este que tiene zonas muy cuidadas y otras a las que parece que no se les ha mirado en años.

Lo curioso es que, esta vez, tras muchas peticiones y, ante la ausencia de las administraciones, han decidido hacerlo los propios ciudadanos.

Me imagino qué pasaría si se pudiera hacer lo mismo con todo lo que funciona mal o tarda mucho en funcionar.

A lo mejor algunas cosas funcionarían mejor. Seguro que, el otro día, las calles quedaron suficientemente limpias y las bolsas se aprovecharon correctamente.

Quizá empresarios podrían unirse y hacer obras de mejora que fueran buenas para sus negocios, habilitar alguna zona de parking.

O ya puestos imagínense que los agricultores, ante la sequía, decidan hacer obras hidráulicas con sus propios recursos. El gasto lo asumirían los que realmente van a recibir algo a cambio y no habría que esperar a que las estrategias políticas pusieran palos en las ruedas a los proyectos.

Así no habría muchas obras sólo cuando hubiera elecciones. No se asfaltarían o pintarían las calles sólo cada cuatro años para el postureo.

Se podrían hacer muchas más cosas, y además todos cuidaríamos más de lo público. Pero saben qué: probablemente no nos dejarían.