'Adoradores pobres', por Antonio Bertrán Buendía

Al visitar la India impresiona el lujo de algunos templos en comparación con la miseria de quienes acuden a rezar a sus dioses colmados de joyas. Incluso en Cuzco, donde impera otra religión que ya no echa la culpa de la pobreza a pecados en otra vida -que deben expiar para renacer en otra vida mejor, y por tanto no se les debe ayudar-, impacta también la pobreza de los indígenas, en contraste con sus doradas iglesias barrocas. Por fortuna, empieza a formarse una rebelión contra los dioses de la nueva religión mundial, y en una catedral del fútbol sus servidores se van a manifestar porque consideran excesivo que un ídolo recién llegado, -no del cielo, sino de Chile- gane en 83 minutos lo que un trabajador en un año. Se trata del Manchester United, pero esperamos que algún día algunos trabajadores de aquí tengan el valor de protestar contra esos engreídos dioses y reclamen a los dirigentes de ese gran negocio pseudoreligioso una mayor igualdad, sin dejarse distraer con cuentos de la pretendida devoción que deben tener a “sus” colores..