El Pleno de la Junta de Andalucía, reunido en la ciudad de Antequera, el 4 de diciembre de 1978, decide formular solemnemente a los partidos políticos de Andalucía la siguiente propuesta de acuerdo, como muestra de apoyo activo a la Constitución Española, en aceptación del marco autonómico en ella contemplado y como vía para fundamentar lo más sólida y rápidamente posible la nueva estructura del Estado español, basada en la indisoluble unidad de la Nación española, en la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, y en la solidaridad entre ellas.

Este año se cumplen 40 años de estas líneas incluidas en el Pacto de Antequera, un hito que marcó un antes y un después en la historia de la autonomía de Andalucía gracias al cual, y de manera pionera en nuestro país, 11 fuerzas políticas andaluzas se comprometían a trabajar juntas para conseguir en el menor tiempo posible la autonomía para Andalucía.

Alcanzamos este año un 28 de febrero más, en el que seguimos reivindicando muchas de aquellas ideas, pero a las que hemos de sumar nuevas demandas y reivindicaciones, porque las conquistas no se heredan, sino que se pelea por ellas para lograrlas y mantenerlas.

Andalucía es ahora mismo una comunidad con estabilidad política y presupuestaria, y como tal aportamos nuestro equilibrio para garantizar un modelo de Estado que ofrezca los mismos derechos a todos los españoles, con independencia del territorio o comunidad autónoma en la que vivan, unos derechos que deben ser garantizados con un modelo de financiación justo y equitativo para todos.

Hoy, como ayer, Andalucía reclama nuestra fuerza como pueblo. Y, como comunidad autónoma reivindicamos nuestro derecho al autogobierno, enmarcado siempre dentro de ese proyecto común en el que creemos y que se llama España.

En ese marco, la provincia de Málaga es también epicentro de la autonomía andaluza con un simbolismo y aportación relevantes:Pacto de Antequera, tierra natal de Blas Infante, el asesinato de Manuel José García Caparrós, o la Asamblea Regionalista de Ronda, de la que se cumplen ahora 100 años y en la que adoptamos nuestra bandera y nuestro escudo.

Málaga es sin duda una de las provincias que más ha contribuido a la estabilidad de Andalucía. Nuestra provincia volvió el año pasado a batir su récord turístico, hemos batido también récord de exportaciones y hemos tenido un balance agrario extraordinario. Somos referente en tecnología o cultura. Y seguimos trabajando en materia de empleo, donde queda mucho por hacer pero no es menos cierto que la provincia lleva cinco años consecutivos reduciendo su cifra de paro registrado.

Málaga es también líder en solidaridad, en número de donaciones de órganos y en trasplantes, con ejemplos tan relevantes como los de Pablo Ráez y Pablo Podadera. Somos referentes sanitarios con el banco de cordón umbilical, el banco de ojos o en investigación oncológica. Y somos también abanderados en movimiento asociativo, social y de voluntariado, algo esencial en una sociedad que debe pensar sobre todo en las personas y en sus derechos.

Siempre hay cosas que mejorar y tenemos que dar pasos en ese camino, como el compromiso de la Consejería de Salud para construir el tercer hospital en Málaga. Y debemos avanzar en la puesta en marcha de medidas que permitan eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres, una de las desigualdades más difíciles de entender. Y eliminar cualquier situación de acoso sexual y la lacra de la violencia de género.

Hoy, quienes contamos los logros en los que venimos trabajando desde hace 40 años, alzando la voz como pueblo, tenemos un importante legado y un no menos ilusionante reto. Y no es otro que transmitir a los jóvenes que aún no habían nacido cuando García Caparrós caía abatido luchando por ellos ese espíritu para conseguir los logros que aún nos quedan como pueblo.

Desde Andalucía queremos seguir avanzando fundamentalmente en materia social, que es el principal garante del bienestar. Seguimos avanzando con la ley que garantiza los derechos y la no discriminación del colectivo LGTBI, la Renta Mínima de Inserción, la bonificación de las matrículas en las universidades públicas? aunque cada generación debe conquistar sus propios derechos y alcanzar sus sueños. La que hoy se abre paso lo hace con las mejores condiciones posibles, con mayor preparación académica, con las nuevas tecnologías como una poderosa herramienta para el conocimiento y la transformación.

Tenemos por tanto el deber y el compromiso de ser capaces de transmitir a nuestros jóvenes la ilusión y el compromiso de aquellos hombres y mujeres que hace 40 años lucharon por una sociedad mejor. Ese será sin duda una de los mejores legados que les podamos dejar: la importancia de luchar por los derechos y por una tierra solidaria e igualitaria.

Viva Andalucía Libre.