'Mociones de censura y educacíón por la ciudadanía', por David Acosta Arrés

Es necesario hoy más que nunca normalizar la utilización en extraordinarias ocasiones de herramientas constitucionales legítimas como las mociones de censura y de confianza tal como indica la Constitución de 1978.

Podríamos conocer que en España no se elige directamente a los presidentes de Gobierno. En España los electores eligen una lista de representantes por circunscripción que representan la soberanía popular. Seguidamente los candidatos con representación en el parlamento buscan mayorías estables entre los representantes del parlamento que permiten a los posibles candidatos no solo aprobar leyes sino poder acceder al Gobierno.

Las mociones de confianza y de censura son instrumentos de control parlamentario que fuerzan a que el gobierno pueda sufrir cambios internos e intentar que no haya elecciones cada 6 meses.

Por eso las legislaturas duran 4 años, porque la economía de la política no aguanta de pie solo seis meses y porque la matemática de lo electoral no se puede llevar solo por el sabor de las encuestas.

Seamos optimistas, no nos dejemos llevar por los particularismos discursos que increpan a la traición hacia quienes son los «únicos que están legitimados para gobernar», al mensaje que implora la campaña y la tensión política eterna, y permitámonos actuar de forma normalizada al observar sin inquietarnos las bondades de la alternancia política.

Menos miedos, menos tensión y más educación por la ciudadanía.