'El ejercicio como forma de aprendizaje', por Cristina Castro

Al pensar en el deporte, normalmente nos solemos imaginar a gente corriendo, jugando al fútbol, o en el gimnasio intentando mantener la línea. Lamentablemente siempre que nos hablan sobre el deporte lo mencionan como algo que da pereza pero hay que hacer para mantenerse sano. El deporte es más que eso. El deporte aplicado a la perdida de peso no tiene comparación con la inmensa cantidad de beneficios que aporta a nuestro cerebro. Hacer deporte aumenta los niveles de serotonina lo cual ayuda a combatir la ansiedad, la depresión y los trastornos de agresividad, también sube los niveles de norepinefrina y dopamina ayudándonos a mejorar nuestra atención y motivación, por último también mejora la memoria y la capacidad de aprender, acelerándola considerablemente. Nuestros cerebros evolucionaron debido a la necesidad de articular múltiples movimientos complejos, y es esto lo que explica la estrecha relación entre el ejercicio y el cerebro. Hoy en día vivimos vidas sedentarias y los trastornos de ansiedad y depresión no dejan de aumentar. Al tener vidas sedentarias forzamos a nuestro cuerpo a vivir en condiciones para las que no está preparado, evolucionamos por el movimiento y somos movimiento, movámonos.