Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Y es haber elegido a Aznar como su socio en el acelerado viaje a ocupar la derecha (hay quien dice, extrema). Ahora, sueñan con que haga campaña en Andalucía (con la foto de las Azores).

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Escuchar los elogios y alharacas de los floreros que le rodean, con sonrisas de medio punto, jaleando estrategias aznarianas.

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Hacer de la realidad social un campo de batalla donde siempre pierde España (España va mal). Con Merkel, patético.

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Madurar su lenta venganza enterrando en el anonimato a los sorayos. En Andalucía impuso su santa voluntad.

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Hacer de Andalucía su particular campo de batalla importándole un pimiento Moreno Bonilla (Por muchas sonrisas de papel celofán que muestren ambos dos).

Pablo Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Mirar para otro lado cuando las tendencias de todas las encuestas (incluidas las propias) le dicen que así no, que así va mal, que así no se come un rosco. Por mucho que a Tezanos se le vea el plumero, socialista, vamos.

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Está verde, más que verde en sus movimientos y lenguaje para minar la credibilidad de Pedro Sánchez. Laminar a Sánchez, al que ha tildado de golpista, es objetivo irrenunciable para él, para sus palmeros y para la derecha mediática.

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Y es que hasta para insultar hay que tener, además de clase, suficientes fundamentos y solidez en sus argumentos.

Casado tiene un problema. Y es que la política de palo y tente tieso a aplicar en la crisis catalana conduce a lo que ahora tenemos, gracias a Mariano Rajoy (que todo hay que decirlo).

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Y es que para evitar el previsible sorpasso del partido de Rivera requiere algo más una política de frases hechas, de titulares de prensa y de argumentarios (varios al día) que salen de la cafetera de Génova (sede del PP nacional).

Casado tiene un problema, pero no lo sabe. Y es, Andalucía. Alguien del PP se ha preguntado por qué la derecha; derecha y derecha nunca ha gobernado en esta tierra bendecida por el maná socialista.

El problema de Casado, en definitiva, es querer superar a Aznar por la derecha. Y así le va.

Y lo digo y lo afirmo con la convicción de que España está necesitada de una derecha moderna, europea; capaz de negociar asuntos de Estado, buscar apoyos y consensos y motivar a los millones de votantes que le han abandonado. En democracia, la validez de la alternancia debe ser imprescindible. Con las elecciones andaluzas tendrán una primera prueba de fuego. A ver cómo salen.

Consejo de Ministros en Andalucía. Sánchez con su equipo, donde hay cualificadas ministras andaluzas, dieron ejemplo de que sí se pueden atender demandas históricas. Millones para Andalucía, millones electorales si se quiere, pero son una inyección en vena para nuestra tierra y plan de empleo tanto tiempo deseado. La imagen de Susana Díaz y Pedro Sánchez caminando en la misma dirección son votos en las urnas.

P.D.- (1) Jorge Verstringe, go home. No merece respeto alguno. Para insultar como has hecho a Andalucía hay que tener clase y tú no la tienes.

(2) Moreno Bonilla saca de la historia la foto de los socialistas sevillanos que en Alcalá de Guadaira hicieron picnic en el 74 para decir que la alternancia y el cambio en Andalucía son necesarios. No sé si será mejor estrategia. Allá él.

(3) Mis felicitaciones a La Opinión de Málaga en su fiesta anual, con premios que identifican a nuestra tierra. Un señalado éxito de un periódico joven y dinámico, que crece día a día en internet.