El terral veraniego me ha generado tres verdades inequívocas:

  • La primera: tendremos elecciones en noviembre. Sánchez e Iglesias, agua y aceite.
  • La segunda: El PP se atrinchera en Madrid con Díaz Ayuso. Ojo: El Cs se la monta solo.
  • La tercera: Rivera necesita ser regenerado (ideológicamente). Perdido en agosto.

Dicho lo cual, pasemos a los apuntes agosteños, de un verano caliente, caliente.

Díaz Ayuso, elevada a los altares por cuatro votos, será la salvadora de España, el ‘faro de España’. Se refiere a la Comunidad de Madrid, pero ella lleva la batuta. La becaria de Esperanza Aguirre, responsable de la perrita de Aguirre y gestora de la web de la imagen de la expresidenta de Madrid, todavía no ha dado explicaciones de las graves acusaciones que pesan sobre ella, sobre todo haber estado cuatro años sin haber pagado el IBI y el trato a favor que recibió de Avalmadrid, Díaz Ayuso tiene que dar explicaciones. Y qué hace Ciudadanos: avalar a Díaz Ayuso, traicionando el espíritu regenerador que dijo traer Rivera. El PP de Madrid, al que le llegan no pocas tormentas judiciales en meses cercanos, tiene la obligación de dar explicaciones. Si Cifuentes fue cazada robando, habrá que ver cómo tildamos lo de Díaz Ayuso.

Díaz Ayuso, la apuesta personal de Casado, no merece ser presidenta de Madrid. De algunos consejeros ya nombrados, mejor es no hablar. La política de Ayuso se centra en la mayor bajada de impuestos conocida. Educación, sanidad, dependencia, lo pagarán. Menos y peores servicios públicos y la amenaza real de favorecer la sanidad y la educación privada. Si esto será el ‘faro de España’ prefiero quedarme como estoy. Que Díaz Ayuso hable de solidaridad y libertad es una tomadura de pelo de considerables dimensiones.

«(...) porque es gente que recibe gusto de hacer y decir bellaquerías». (Don Quijote de la Mancha, cap. 22) Palabras dichas por el responsable de la cuerda de presos refiriéndose a quienes iban a galeras. Y pensé en ese personaje extraño, creído, soberbio, de baja estofa, inculto y explotador que obedece al nombre de De Quintos, fichaje estrella de Rivera para armar un tablero de dirigentes incompetentes. Ciudadanos, cada vez más perdido en su ineficacia, su debilidad y en su entrega a la ultraderecha de Vox. Véase a De Quintos.

Pablo Iglesias dio un paso más para ir a nuevas elecciones. La pregunta es esta: ¿Por qué no aceptó la propuesta que le hiciera el PSOE en julio pasado sustancialmente mejor que las que recoge el documento hecho llegar Unidas Podemos a los socialistas el martes pasado? En el PSOE cada vez se tiene más claro que con Iglesias ni a misa. Ya no es un problema de desconfianza, que también, sino de dos gobiernos en uno. Y peor todavía: nosotros, dice Iglesias, somos los garantes de una política de izquierdas, los vigilantes de que los socialistas no se entreguen con armas y bagajes a los capitalistas del Ibex, y no dejarse arrullar por los cantos de sirena de la derecha más reaccionaria. El PSOE que transformó la vida de los españoles con políticas sociales únicas en Europa llamado está, según Iglesias, a pedir perdón a los españoles por estas políticas. Iglesias, que ha mal gestionado su partido, exige a Sánchez ponerse de rodillas. Cosas veredes, amigo Sancho.

Ocurrirá, sin embargo, que en la noche del 10 de noviembre de nuevo el PSOE y Unidas Podemos tendrán que negociar, a la izquierda no le queda otra, si es que España Suma, la franquicia del PP no les sobrepasa, que puede suceder. ¿Será distinta a la negociación ya finiquitada? No lo sé. Sí sé que hay una media de los sondeos que se conocen (y los que no) que le dan al PSOE de Pedro Sánchez entre 135 a 140 escaños (ahora tiene 123) y a Unidas Podemos una bajada entre ocho y diez escaños. ¿Cambiaría eso el necesario entendimiento de quienes desean una España en progreso y no volver a la España de don Pelayo?

La izquierda aún tiene una última oportunidad y única para gobernar España desde políticas muy alejadas de las que propone quien sueña con ser el ‘Faro de España’. ¿Sabrá ser la izquierda, por una vez, responsable de lo que mayoritariamente los españoles le encargaron? En septiembre, la respuesta.

P.D.- (1) Resulta sorprendente que el PP y Cs pidan explicaciones al gobierno en funciones de Sánchez sobre la listeriosis. ¿Por qué no lo hacen en Andalucía, al gobierno que gestionan PP y Cs? La Junta tardó seis días en retirar los productos. ¿Debería dimitir alguien en Andalucía?

(2) La oposición andaluza anda en el limbo, de vacaciones, soñando con los angelitos. Así les va. No se enteran de la misa la mitad.