Empezó una nueva temporada de baloncesto justo después de la borrachera de éxito y felicidad que nos han regalado las selecciones absolutas este verano. Sin descanso, como nos gusta a los locos del baloncesto, arrancó la ACB y la Euroleague. La primera diferencia con respecto a este verano es que, si quieres ver baloncesto, hay que inscribirse en plataformas de pago. Cada vez nos lo ponen más difícil porque este año necesitamos unirnos a dos de ellas para ver las mejores competiciones. Esto es algo a lo que ya hay que acostumbrarse, como también nos hemos acostumbrado a abonarnos si queremos ver fútbol o las mejores series del momento.

Hagamos un rápido repaso a lo que nos espera, empezando por la liga doméstica. La ACB, que para muchos sigue siendo la mejor liga nacional, esta temporada se presenta con mayor desigualdad si cabe entre los equipos que competirán. Creo que es evidente que la diferencia entre el Real Madrid y el FC Barcelona y el resto ha aumentado tremendamente. Sus plantillas no están hechas pensando en ganar la ACB. Sus miras son mucho mayores y más ambiciosas, uniéndose a los grandes clubes que ya planifican sus equipos teniendo un mínimo de 14 jugadores para hacer frente con garantías a unas temporadas cada vez más exigentes y más cargadas de partidos.

Después de estas dos grandes potencias se posicionan unos escalones por detrás Baskonia, Valencia, Gran Canaria, Unicaja... Estos equipos, sin el potencial económico de los equipos de clubes de fútbol, están obligados a reinventarse, a apostar por jóvenes talentos con hambre dispuestos a crecer en tu equipo. También están obligados a hacer un guiño a la cantera, para «fabricar» a esos jugadores. Este paso cuesta un poco más. Por ahora se siguen atreviendo aquellos clubes como Estudiantes o Joventut, más que por esa tradición que sin duda tienen, por necesidades económicas.

Nuestro Unicaja, un año más, ha hecho un equipo prácticamente nuevo. Este año tendremos mucho más talento físico, entiendo que el equipo será más agresivo defensivamente y más fuerte en el rebote. Estos, posiblemente, fueron los dos problemas más acentuados del equipo la temporada pasada. Con solo esto, competir con Madrid y Barcelona se intuye de gran dificultad. Pero entiendo que tampoco se pretende. El objetivo debe ser encabezar ese grupo de equipos selectos que están en el segundo escalón de la liga, algo que no está exento de dificultad.

Este año la Copa del Rey se disputará en Málaga. Esta competición, copiada en su formato por todos los países europeos, iguala las fuerzas, por aquello de que se juega a un solo partido. Esperemos que Unicaja, para esa época, dé su mejor versión y sea capaz de hacer algo grande, porque grande será para cualquier equipo, que no sean Madrid y Barça, ganar la Copa del Rey.

La Euroleague es, para mí, la mejor competición que existe en el mundo. Este año, será la mejor Euroleague de todas. Hay más equipos y mejores. Mejores porque muchos de los grandes jugadores europeos no se han marchado a la NBA. Además, más jugadores NBA han fichado en equipos europeos. También habrá más partidos y es imposible que no haya cada semana varios partidos de primerísimo nivel. Pero, a pesar de que los equipos que participan han aumentado su potencial, los favoritos seguirán siendo los mismos de todos los años. Aunque cuidado, porque FC Barcelona y Armani Milán no van a permitir que los favoritos de estos últimos años se relajen.

Por desgracia, Unicaja no estará en la Euroleague. Participará en Eurocup. Esta competición debe ser prioritaria para nuestro equipo. Estar en la final de la Eurocup es el camino para volver a la Euroleague, una vez que la ACB se ha quedado sin licencia para la máxima competición continental, al margen de Real Madrid, Barcelona y Baskonia, que la tienen por decreto, año tras año.

Ahora, no pensemos que ganar la Eurocup o ser finalista es algo sencillo. Hay equipos de enorme potencial y jugadores de primerísimo nivel. Teodosic, por ejemplo, jugará Eurocup esta temporada en el Virtus Bolonia.

Nos espera un año apasionante enganchados a la televisón. Digo esto ahora que no me oye Ana...