En la Universidad de Michigan a principios del siglo XX, el entrenador de fútbol americano Fielding Yost crearía la figura defensiva del «Linebacker». Una línea que se ubica entre tres y cinco yardas por detrás de la primera linea defensiva. Marqués Townes siempre había coqueteando con este deporte mientras practicaba su gran pasión: El baloncesto, y cuando en su High School de St. Joseph le propusieron jugar en el equipo, no se lo pensó.

Su compañero de equipo, Breein Tyree, ahora jugando en Ole Miss, la universidad donde jugó Sebas Saiz, compatibilizaba el baloncesto con la posición de quarterback y jugando juntos las victorias comenzaron a llegar hasta el punto de que recibió una oferta de la Universidad de Penn State para probar con su equipo de football. La posición de Linebacker se ajusta a como un guante a sus características. Las dudas eran tantas que en la última entrevista que le hacen como alumno de High School la primera pregunta era si aceptaría una beca universitaria para jugar al football o al baloncesto.

El baloncesto ganó la batalla porque a pesar de sus éxitos en el campo de hierba, su trayectoria en el parqué siempre había sido ganadora. Una dinámica que según su padre, Bryant Townes, se extiende a todos los deportes incluyendo el béisbol y el kárate. En la escuela secundaria jugó en St. Joseph Metuchen con sus amigos Wade Baldwin, ahora en Olimpiakos, y Karl Anthony Towns, el número 1 del draft de 2015. Cuando ellos se fueron a la universidad, él siguió en el equipo para terminar su carrera con 1.863 puntos, solo por detrás la leyenda de Duke, Jay Williams.

En la universidad, después de un paso por Farleigh Dickinson, terminó en Loyola Illinois para liderar a su universidad a una de las mayores gestas de los últimos años en la NCAA. Loyola se convirtió en «la cenicienta» que no contaba en los pronósticos ni para llegar a segunda ronda y llegó a la Final Four. Después de ganar casi en la última posesión a Miami y Tennessee, un triple de Townes sobre la bocina les dio la victoria sobre Nevada y el paso a la final a cuatro donde perderían la semifinal ante Michigan. Loyola Illinois y Townes asaltaban los titulares de todo el mundo.

La pequeña universidad de Chicago, famosa por su lucha racial y que en 1963 desafió a la NCAA rompiendo la prohibición de alinear a más de tres afroamericanos, volvía a todos los noticiarios del país.

A pesar de ello, Marques Townes no consiguió un hueco el draft, ni en la NBA y vive en España su primera experiencia profesional. La nacionalidad de su madre Luisa, nacida y criada en República Dominicana, le abrió las puertas de la selección caribeña y allí Sadiel Rojas tuvo mucha culpa en su llegada a Murcia.

Unicaja cierra la primera vuelta en Murcia sin la presión de la clasificación para La Copa pero ante un equipo mucho más peligroso de lo que indica su posición en la tabla. Marqués Townes está teniendo un difícil aterrizaje en el profesionalismo pero es un jugador de calidad que puede estallar en cualquier momento y unirse al grupo de buenos jugadores que dirige Sito Alonso. Suerte...