Enero y comienza el año 2020 de este siglo XXI. Málaga. Entre todas las problemáticas que preocupan a esta bella ciudad se encuentran: Los patinetes, bicicletas, despedidas de soltero, terrazas de restaurantes abarrotadas de turistas y ruido; las ratas que salen de sus alcantarillas, espacios públicos utilizados sin el correspondiente permiso. Las reformas y construcciones. Pero esta carta en particular es expresamente dirigida a la problemática de los músicos callejeros, que a pesar de estar totalmente de acuerdo con las quejas de vecinos y comerciantes. Es mi deber comentar que en estos años hubieron varias peticiones enviadas a el Área de Cultura y al Ayuntamiento (peticiones que fueron ignoradas) para que los músicos en las calles fuera regularizados con requerimientos mas que lógicos y necesarios. En mi opinión un poco de desidia y desinterés en esta tarea creó malestar en los vecinos y comerciantes de el casco antiguo de Málaga. Malestar justificado, pues se vieron invadidos por "pseudomúsicos" y oportunistas de todas las clases. Generando así una problemática más a todas la ya nombradas. La responsabilidad de hacer cumplir las leyes es importante en las sociedades civilizadas. Algo que en este caso no se llevo a cabo, lamentablemente para algunos músicos esto conllevo a una situación trágica en sus familias. En otras ciudades de el mundo se realiza un casting para corroborar que las personas que utilizan los espacios públicos además de tener digamos un talento determinado sean capases de respetar el acuerdo que se realiza en la ciudad que viven. Un acuerdo que si es quebrantado es sancionado firmemente por la policía. En el caso de Málaga particularmente a mi entender tendría que haberse realizado este casting en el primer año de su puesta en marcha con músicos residentes en Málaga capital. En otras ciudades aledañas a Málaga se realizan y se paga un canon en algunos casos de 400 euros. Algo con lo cual no estoy de acuerdo, pero esta es solo mi opinión. Para terminar, el 24 de octubre del 2019 existían 30.300 personas en paro. En una España sin recursos laborales para todos seria bueno que cuando alguien puede ganarse la vida y por supuesto sin molestar a nadie, lo haga. Pero esto fue como una canción sin terminar un poema inconcluso.

Cuando un trabajo se empieza se debe terminar pues si no es así el resultado es negativo. Las autoridades deberían haber terminado el trabajo no solo de habilitar los puntos autorizados sino de regularizarlos con compromisos firmados por los músicos que aspiraban a utilizarlos y no esperar que se generaran las molestias a nadie para bienestar de todos ,pero no fue así. Esperemos que esta carta sirva para concienciar a las autoridades y como decía un lector en el año 2018

Autoridades, busquen soluciones, rotación obligatoria de músicos, días alternos entre las ubicaciones, controlen los decibelios, hagan algo que traiga el bienestar a los vecinos o que se vayan con la música a otra parte.

Esperando que esa parte no sea a la miseria y a la mendicidad de los músicos que si respetaron a los vecinos y que hoy sufren esta decisión. No todo puede ser tomado como argumento político para desacreditar a una parte o a la otra. Tirando arena a los ojos del que no esta de acuerdo. Mientras eso pasa en el medio de la contienda quedan los más necesitados sufriendo las consecuencias. Esto es un problema social y necesita una solución social. Ya los políticos recibirán sus votos por labores empezadas, terminadas y bien hechas.