El saludo con el codo no es de buen gusto, pues chocar partes duras o amenazar hacerlo recuerda a choque de espadas. Casi mejor chocar puños, menos viles que los codos. La inclinación de cintura, a la japonesa, es una práctica bella y elegante en señal de humildad, pero sin ese sentido no tiene sentido. En cuanto a la mano sobre el corazón, la verdad, me parece cursi, y es la de los americanos, incluido Trump. Cabría reivindicar el puño cerrado, aunque a la altura del pecho o del hombro, sin levantarlo. Si se quiere más bizarro, sobre el corazón, tipo legionario romano. Aunque del puño cerrado se haya apropiado la izquierda, según Gustavo Bueno (que cita a Cicerón) procede de los estoicos, y quiere decir 'lo tengo', con referencia al saber. Con ese significado resulta un poco pretencioso, cierto, pero puesto que vamos camino al abismo mejor no soltar también las pretensiones.