Opinión | El copo

‘Realidad nacional', Susana

Juan Espadas y Susana Díaz.

Juan Espadas y Susana Díaz. / Europa Press

Las elecciones primarias del PSOE-A pueden pasar desapercibidas ante el cúmulo de noticias que se amontonan -y las que faltan- sobre el llamado ‘problema catalán’; a lo más, quedarán en una confrontación inocua entre militantes de un mismo partido o en la no apetecida discordia entre los diferentes sexos de los máximos representantes; a lo más, según oteo en el horizonte, entre el aval de Pedro Sánchez al regidor de Sevilla, y la orfandad de la extodopoderosa Susana.

No se trata de encender la mecha de un nacionalismo trasnochado que socave el principio de igualdad entre todos los ciudadanos de un mismo país, pero tampoco se trata de permanecer en silencio o, a lo más, asistir a un acto más o menos multitudinario en pro de la unidad de España, unidad que aseguro nunca se verá agrietada por la insolidaridad de algunos voceros; lo que importa es poner en pie de igualdad lo que algunos creen que es solamente de su propiedad.

Nosotros, los andaluces, nos dotamos y añadimos en el año 2007 a nuestro Estatuto de Autonomía el término «realidad nacional» al definir Andalucía, al igual que Cataluña lo hiciera en 2006; dicho término, guste o no, supera al de «nacionalidad» ya acuñado en la Constitución Española.

De manera que, estimada Susana, ese creo debe ser tu mensaje en estas primarias ya cercanas; iguales todos o todos diferentes, ni un paso atrás ni dos por delante.

Que no nos falte dignidad a la hora de defender lo que tanto ha costado conseguir: una Andalucía en pie de igualdad con el resto de comunidades y regiones.

Ni un paso atrás; reivindicando no más que el ‘otro’, pero tampoco un ápice menos. Si a pesar de ello se pierde, se hace con dignidad.

Me olvidaba, no pertenezco al PSOE.