La señal

Ierrepeefes y otros puñales

Vicente Almenara

Vicente Almenara

Si Pelé ha muerto…, es posible cualquier suceso, hasta que una de las culpables de la corrupción de los ERE, Carmen Martínez Aguayo, pase su primera noche en prisión. Ya se sabe que la primera noche es de mucha ilusión. Ahora, que los magufos del PSOE han dado con la tecla que importa: Griñán -su apellido tiene cierto parecido fonético con el de Rufián- tiene cáncer, ¿quién dejaría que José Antonio traspasara aquellas rejas?, sería inhumano… Y ya se sabe que el psicólogo Howard S. Liddell sostenía aquello de que las emociones son más peligrosas que la fusión nuclear.

Pero una cosa es cierta, sabemos que en nuestro país hay más de 100.000 leyes y normas en vigor, casi 2.000 parlamentarios, cerca de 73.000 políticos, casi 700 altos cargos del Estado y unos tres millones de funcionarios, ¿por qué tanto escándalo porque les toque a unos pocos entrar en prisión?, además, estarán solo un ratito, lo justo para que por buen comportamiento vuelvan a la calle y lo celebren con la familia y los amigos, en el caso de Sevilla en el restaurante Becerrita, que dan muy bien de comer, por ejemplo, el hígado fresco de pato al Pedro Ximénez.

Eso sí, la estética -que en el fondo es ética, como bien nos explicó Spinoza- se resquebraja un poco. Y eso que en 2022 solo hubo 547 actos de apoyo a ETA y sus presos, pero esos no son delitos de odio, no, son de amor, aunque no los entendamos. Igual que el amor de los cerdos que han matado a sus parejas, o ex, a ritmo acelerado antes de las doce uvas, como para batir un nuevo récord, pero que no han hecho caer al oscuro Marlasca, aunque qué sabrán ellos con tanta niebla en sus mentes.

Quienes saben son los que han nombrado a los nuevos consejeros de la Fundación Unicaja, probablemente sean los que más saben. Bueno, y los que han diseñado un nuevo Tribunal Constitucional, que ahora dicen que ya es progresista. El PP debía estar en Babia, anda, que el follón que se ha montado para esto, el parto de los montes, y después… solo un ratón.

Realmente, lo que debe preocuparnos es que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se hayan separado, todo lo demás es peccata minuta. España vuelve a dividirse en dos, en realidad no hay una España sino doscientas: unos, que si Isabel le provocaba celos, otros que si Mario esperaba otra cosa de la filipina y esta no le reveló el secreto que sí conocieron algunos ex maridos suyos, vaya usted a saber. Claro, que al lado de la guerra de los drones en Ucrania y Rusia, este desamor es poca cosa. Yo creía que esos pequeños aparatos que evolucionan en el cielo azul y frío de aquellas latitudes eran unos juguetes que los norteamericanos y los turcos les habían regalado a los niños ucranianos para que se entretuvieran estas vacaciones, pero qué va, causan estragos. Weifang, en China, es la capital mundial de las cometas y allí sí reina la paz, aunque el Covid alcanza unas proporciones nunca vistas. Ahora bien, como el bichito azote en condiciones en España nos vamos a enterar, porque ya solo el estado de excepción nos encerraría en casa. En Cuba no, la gente se escapa de la isla-cárcel y el éxodo migratorio es ya superior a más de un cuarto de millón de nacionales, mayoritariamente huidos a Estados Unidos, mami, ¿qué será lo que tiene el negro? Aquí, en España, podríamos intentarlo aprovechando que el Ayuntamiento de Málaga ha autorizado seis empresas de patinetes. El que no se va es porque no quiere, lo demás son excusas. Eso sí, los que planean escaparse se lo tienen muy calladito para no descubrir el secreto a las autoridades. Pero puede que en el 2023, que hoy amanece, aquí ya no quede nadie para pagar impuestos y sostener a este Gobierno y a tantos otros, en número de diecisiete y dos ciudades autónomas, que han planeado subidas de ierrepeefes y otros puñales que hieren más que el frío de los montes. Dámaso Alonso lo expresó así:

Qué hermosa eres, libertad. No hay nada

que te contraste. ¿Qué? Dadme tormento.

Más brilla y en más puro firmamento

libertad en tormento acrisolada.

¿Que no grite? ¿Mordaza hay preparada?

Venid: amordazad mi pensamiento.

Grito no es vibración de ondas al viento:

grito es conciencia de hombre sublevada.

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