Viento fresco

Plaza de Camas

Ya no da tanto asco, se abre paso otro ambiente aunque no es precisamente modelo de belleza

Edificio rehabiltado en la plaza de Camas

Edificio rehabiltado en la plaza de Camas

Jose María de Loma

Jose María de Loma

La plaza de Camas va mejorando algo, la vida se abre paso, los niños toman el parquecito al atardecer, gritando mientras tientan a la suerte y desafían a la ley de la gravedad; han surgido nuevos negocios y terrazas y hasta un pub british y un mexicano algo hortera. Ya no entran los ardores, las pocas ganas de vivir y el asco de épocas muy pretéritas, cuando todo era mugre y ecos de abandono. Cucaracheo. Hace tiempo, llegó la remodelación, hará unos años, desacertada, con unos parterres inverosímiles tal vez para las cagadas de perro o para revolcones verticales de parejas poco pudorosas.

La frondosidad ha llegado ahora a esos bancales y aunque hay todavía locales vacíos y zonas desvencijadas, el ambiente es mejor. Pese a lo feo de no pocas fachadas. Otras se han rehabilitado con gusto. Plaza fallida. La gente transita hacia el mercado de Atarazanas o en dirección al parking o para ganar la calle Cisneros o Especerías, hay trasiego, ya no existe el miedo al atraco, al yonki o al putero. También han abierto algunas cafeterías no exactamente en la plaza, pero sí en los alrededores, que atraen a turistas pudientes, dado el precio del café y la bollería, lo que asegura un cambio de personajerío humano. De los millones de carajillos que debieron despacharse durante décadas hemos pasado a la tostada con aguacate y el pan hecho de una masa que solo puede pagar su madre.

Contenedores de papel y plástico en la plaza de Camas o de Enrique García-Herrera

Contenedores en la plaza de Camas o de Enrique García-Herrera / .

Camas está aún en esa zona un pelín no tan turistificada, no es calle Granada o Bolsa y también le van llegando ambiente de la nueva Carretería y Álamos, que van siendo igualmente modernizadas a velocidad tortuguera o tortuguesa. Me gusta atravesar Camas a mediodía, aunque cuando la atravieso es por la mañana temprano. La gente va con bolsas o a por una caña, hay más ambiente y lo feo que pudiera haber en el paisaje urbano se compensa u olvida observando el paisanaje, asunto siempre la mar de entretenido. No es ciudad precisamente azotada por la escasez de personajes singulares o llamativos forasteros.