En corto

La RAE nos quita el pan

Pedro de Silva

Pedro de Silva

El diccionario de la RAE quiere ser, respecto de las palabras en circulación, a la vez descriptivo y normativo, o sea, decir lo que hay y también cómo debe ser. Pero abarcarlo todo banaliza la norma. ¿Hace falta definir balconing, perreo o kriptonita?. En Europa la hipertrofia de textos legales no solo acaba con el conocimiento de las leyes sino con su cumplimiento. Volviendo al tema, mientras en la práctica se reduce a mínimos el número de palabras de uso habitual por el hablante el diccionario engorda sin tino. Hay como un empeño, con algo de compulsivo, en evitar que el habla real lo deje atrás, dándole permiso de circulación a cualquier expresión que pise la calle, lo que tampoco es sano. Además tanta legalización oficial acaba dejando sin tajo al escritor, que antes creaba idioma al salirse de la calzada. Carajo, cuando el diccionario era más de orden vivíamos mejor.

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