Tribuna

¿La maternidad es la mayor satisfacción que una mujer puede tener?

Ana Bernal-Triviño

Ana Bernal-Triviño

La maternidad es la mayor satisfacción que una mujer puede tener». No, no es una afirmación mía. Es la pregunta que el CIS incluía en su estudio sobre igualdad. Preguntaba a mujeres y a hombres si estaban de acuerdo con esa afirmación. Nada más leerla, me recordó bastante a aquella época en la que el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz -Gallardón, dijo aquello de: «la libertad de la maternidad es la que hace a las mujeres auténticamente mujeres».

La frase del CIS es apoyada por un 49% de mujeres y de hombres que se sitúan más a la izquierda y por el 80% de mujeres y hombres que se sitúan más a la derecha. Y la religión es un factor que también influye. Así lo piensan el 83% de las católicas practicantes y el 72% de las católicas no practicantes, frente a un 48% de personas que no se identifican con alguna religión. Ideología y religión condicionan la percepción, pero aún así hay un acuerdo.

¿Cosas que desvela esta reflexión? Que el CIS pregunta sobre el significado de la maternidad pero no de la paternidad. Que se pregunta sobre la maternidad a las mujeres, pero también opinan los hombres sobre qué nos aporta. Es decir, a ellos, sin vivir la experiencia, les hacen responder por nosotras. En cambio, las mujeres no pueden opinar sobre la paternidad. Se supone que es una encuesta sobre igualdad, en la que se podrían hacer otras muchas preguntas para analizar si la maternidad puede actuar como freno en el desarrollo profesional, facilidades de las empresas para la crianza, su impacto económico en el hogar, las familias monomarentales… Pero no, nos preguntan sobre si es la ‘mayor satisfacción’.

A veces, nos parece que mensajes de la época franquista como «la mujer se ennoblece y se justifica siendo madre», son cosa del pasado, pero aún hoy se nos pregunta si esa maternidad es nuestra principal fuente de gozo. Porque, ojo, la pregunta no va sobre el amor incondicional por los hijos o hijas, sino qué papel desempeña la maternidad en el desarrollo personal de la mujer en cuanto a la ‘mayor satisfacción’ y lejos de los sentimientos contradictorios que pueda generar.

Año 2023 y sabemos, con certeza, que una parte de la sociedad sigue idealizando la maternidad. No hay tema más delicado para crear enfrentamientos, incluso entre mujeres. Por fortuna, se han ido sumando otras muchas voces de madres que cuentan que no todo es tan perfecto como nos hacían creer: angustias, cansancio, depresión posparto, agotamiento mental, ausencia de repartos del trabajo que genera, complicaciones en el trabajo… Es decir, las condiciones de esa maternidad. Ellas no son siempre bien vistas por expresarlo. No hay nada más fácil que tachar a una mujer de mala madre porque las ‘buenas madres’ no se quejan.

Por otro lado, incluso aunque se reconozca la parte menos bonita de la maternidad, se sigue idealizando. Recuerdo a una compañera feminista que dijo: «las mujeres están contra la guerras porque tenemos hijos». Ya vemos cómo cuela, incluso en el feminismo, un discurso de ‘pureza’. No creo que haga falta aclarar que las no madres, por no poder o por no querer, también rechazan guerras por una cuestión de compromiso y defensa de la vida del ser humano. Para desarrollar esa empatía no hace falta parir. Pero así, en el discurso, se otorga a la maternidad unos valores extraordinarios que dejan marginadas a las que no la ejercen. La sororidad se queda corta. Entre esto y la encuesta del CIS, parece que las mujeres que no son madres son menos mujeres plenas. Mujeres que, durante siglos, han soportado esos comentarios por lo bajini de «qué rara es» o un «algo le pasa».

Por último, no sé si es casualidad. Estos días se ha vuelto a hablar de la bajada de la natalidad en España, mientras en Valencia o en Córdoba, los gobiernos de PP-Vox han impulsado iniciativas en contra del aborto. Y eso también sorprende de la encuesta. Cuestiona sobre la maternidad pero no nos pregunta si consideramos que un derecho nuestro está bajo amenaza. Causalmente, el eslogan de algunos grupos provida es el de imponer la maternidad porque es «la mayor satisfacción de tu vida». El caso es que decidamos lo que decidamos, siempre nos van a mirar con lupa y cargar con esta losa de la maternidad.

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