Desde mi butaca

El desarraigo y la final

No debemos permitir que se nos suban los forillos a la cabeza, el COAC de Málaga se merece una calidad en todos los sentidos, eso está claro. Pero hay que tener los pies en la tierra y no desviarnos de la premisa, que esto es un concurso de canto, de letra y de música

Las 12 agrupaciones que pasan a la Final del COAC de Málaga

Miembros del jurado del COAC Málaga 2024.

Miembros del jurado del COAC Málaga 2024. / Fundación Carnaval

Pepa López

Pepa López

Tenemos el concurso finiquitado, a la espera de la gran noche. De la final. El viernes es uno de los días grandes para un buen carnavalero, el ambiente festivo y el cachondeo inundan cada pasillo y cada palco del Cervantes. Y los premios, pues ya son eso, nada más que premios. Los primeros minutos tras conocerse el fallo pueden ser una autentica explosión de alegría o el enfado y la indignación absolutas. Pero una vez bajadas las escaleras y te encuentras con los tuyos, ahí termina todo. Ahí se acaba el veneno del concurso. 

Este miércoles, a eso de las dos de la madrugada, vivíamos el veredicto del jurado que anunciaba los elegidos para cantar en esa última noche. Como todos los años había sorpresa, pero creo que este año la sorpresa ha sido mucho mayor. Las quinielas son como los sondeos del CIS para las elecciones: no sirven para nada. Porque hay dos concursos, el que se vive en el patio de butacas, entre los aficionados y los medios de comunicación, y el que se vive en el palco del jurado. Y es que no aprendemos, que ellos van a lo suyo. Que ellos ven una cosa y nosotros, otra. Y es que en esta ocasión no se han cumplido los presagios ni en murgas ni en comparsas. Para el populacho la pelea estaba en la murga, había seis o siete con una calidad semejante que luchaban por un puesto en la final. Pero había nombres seguros que al final se han caído de la elección de los cinco. Para que luego digan que esto va de nombres… Susi, San Andrés, el primer premio de la categoría del año pasado… Esto no de va nombres, esto va de gustos y sensaciones. 

En comparsas, ay, en comparsas. Se daba por hecho que grupos como el de los zorros o las niñas estarían dentro. Marbella era otra de las favoritas para la gran final. Pero no se han cumplido ninguno de los pronósticos y todas se han quedado fuera. Buenas noticias para los niños, tras dos febreros viendo la final desde lejos consiguen colarse y en esta edición se estrenarán el viernes en el templo de las coplas. Por primera vez se escuchará a esta comparsa en la final. Y apuntan alto, bajo mi opinión son los claros ganadores en el concurso de pasodobles de la etapa de semifinales. El premio que les den ya será lo de menos; estoy segura de que la felicidad al escuchar el pase ya ha sido su mayor galardón. 

No debemos permitir que se nos suban los forillos a la cabeza, el COAC de Málaga se merece una calidad en todos los sentidos, eso está claro. Pero hay que tener los pies en la tierra y no desviarnos de la premisa, que esto es un concurso de canto, de letra y de música. Y todo lo demás que se añada a este triunvirato, bienvenido sea. Pero la calidad de esos tres conceptos no puede decaer para que el concurso siga creciendo y no dé ni un paso atrás. Debemos entre todos mantener su posición y no olvidarnos de lo importante. Que puedes ser un primer premio con un forillo negro, porque el cante, las letras y la música sean una autentica maravilla. Luego está el tema de gustos, hay quien tira más por lo añejo, hay quien tira más por lo moderno. Todo suma, todo aporta. Pero, lo dicho, sin olvidarnos de lo importante. No podemos consentir ese desarraigo de nuestras raíces, sobre todo en el carnaval.