Últimas palabras de escritor

¿Qué sabemos de verdad de la novela final de García Márquez al día siguiente de su publicación (aunque ya hay críticas)? Bastante: que se esforzó mucho, cuando ya le flojeaban las fuerzas, en sacarla adelante, que sus agentes juzgaron que no daba la talla, que él mismo dijo que había que destruirla, que tampoco su viuda quiso darla a la imprenta, que son sus hijos los que lo han decidido, que el conjunto de relatos engarzados tienen, al parecer, lagunas y caídas de tono pero también chisporroteos de su brillante mente en retirada, que mide lo de una nouvelle, esas 100 páginas que deberían bastar, que habla del amor en su dimensión más honda (o sea, la intensidad), y de la parte más intensa (o sea, la emocional) de la memoria, que está escrita cuando ya la iba perdiendo y que todo ello -novela, contexto terminal de escritura, edición a espaldas del autor- por si mismo ya es literatura.

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