Opinión | Málaga de un vistazo

Estacional

"Se va apretando el acelerador o el freno según a quién atropella la patraña"

"Se va apretando el acelerador o el freno según a quién atropella la patraña" / EFE

Parece que cambia la estación de un día al otro y uno no sabe muy bien qué ponerse o no ponerse para evitar el calor o no pasar frío. El lunes es otoño y lo mismo llueve, al día siguiente se asoma el verano y nos asfixia e igual hasta el viernes resplandece la primavera subrayando sus colores, aromas y alergias. El invierno no llega ni en invierno, así que no se le espera tampoco en estas semanas extrañas que resumen el año en el transcurso de los días, cuando no de las horas. No sé muy bien si es por el cambio climático o por un clima cambiante, pero el calor va y viene mientras se instala.

Igual que el tiempo, también cambia la opinión o el punto de vista de las voces públicas y privadas, de periodistas y políticos especialmente, que son los que más hablan, y que según a quién le ocurre lo que pasa se narra de distinta manera y se critica, defiende o venera. Lo que ayer era un insulto hoy es una broma, los insultos se convierten en libertad de expresión y al final la libertad de expresión es la propia broma que no hace gracia a ninguno. Opiniones denunciables y la misma opinión luego denuncia. La inmediatez es más importante que la veracidad, pero la veracidad es más importante luego si a alguien le urge. El bulo corre por delante de la noticia abriendo camino y marcando el sendero. Y se va apretando el acelerador o el freno según a quién atropella la patraña. Esos que ahora dicen que el otro se ha pasado con sus declaraciones son los que no se midieron antes y los que no se medirán luego.

Porque hoy es verano, y mañana no tanto, y solo llueve para el que no lleva paraguas o para el que se lo quitan de las manos.