Se presentó en el Festival de Toronto de 2017 y el propósito era que se estrenase a renglón seguido, pero el estallido del escándalo de su productor, Harrry Weinstein, considerado el mayor depredador de Hollywood con más de 50 denuncias por acoso sexual, motivó que la llegada a las pantallas se fuera retrasando hasta más de dos años. Finalmente, su lanzamiento se ha producido hace apenas unas semanas.

Estamos ante un episodio fascinante en la historia de la humanidad, una guerra entre dos de los grandes inventores del siglo XIX, Thomas Alva Edison y George Westinghouse, que compitieron para «iluminar» las ciudades de América con sus sistemas eléctricos rivales. Edison se inclinó por la corriente continua, en tanto que Westinghouse lo hizo por la alterna, que él consideraba mucho más eficiente. La cita para ambos era la Feria Mundial de Chicago de 1893.

Además, en esta interesantísima guerra comercial tuvieron una importante participación dos personajes fundamentales en la industria mundial: Nikola Tesla, uno de los más importantes y controvertidos inventores de la historia y J. P. Morgan, el mayor inversor y banquero de la Segunda Revolución Industrial. El director es Alfonso Gómez-Tejón, un norteamericano de origen hispano que se ha entregado casi por entero a la pequeña pantalla y que culmina con ésta su tercera película, tras Espera hasta que se haga de noche y Yo, él y Raquel. Benedict Cumberbatch incorpora a Edison cuando está a punto de llevar electricidad a Manhattan con su nueva y radical tecnología DC. En la víspera del triunfo, sus planes se ven afectados por el carismático empresario, al que da vida Michael Shannon, quien cree que él y su compañero, el genio principiante Tesla (Nicholas Hoult), tienen una idea superior sobre cómo electrificar rápidamente Estados Unidos.

El caso es que mientras Edison y Westinghouse luchan por quién impulsará a la nación, generan una de las primeras y más grandes disputas corporativas en la historia de Estados Unidos.