El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es la versión otoñal de la todavía más famosa astenia primaveral. Porque la llegada del otoño y la cercanía del invierno, con esos días tan cortos, el frío y los días de lluvia también ejerce una profunda influencia en el bienestar emocional y mental

Así, a medida que comienza a oscurecer más pronto y las noches se hacen más largas, con la llegada del frío, los días plomizos cerrados en lluvia, la sensación de salir de noche de trabajar y casi no ver el sol... muchas personas experimentan cambios significativos en su estado de ánimo y energía. Un fenómeno es conocido como Trastorno Afectivo Estacional (TAE).

Los días más cortos y oscuros contribuyen a la aparición del trastorno afectivo estacional Foto de Oleksandr P: https://www.pexels.com

Síntomas del trastorno afectivo estacional

El National Institutes of Health define el trastorno afectivo estacional como un desorden que afecta a entre el 1 y el 10% de la población y que se caracteriza por la aparición de síntomas de depresión que tienden a repetirse de manera estacional, de forma cíclica, y que remiten en la primavera o el verano, y de forma más frecuente que episodios depresivos previos que pueda haber tenido la persona.

Los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional incluyen:

  • Tristeza persistente
  • Fatiga abrumadora
  • Cambios en el apetito
  • Dificultad para concentrarse
  • Aislamiento social
  • Alteraciones en el sueño

Todos relacionados con la disminución de la luz solar de los meses de otoño e invierno.

TAE: ¿Melancolía invernal o afección clínica?

Estos signos impactan especialmente en la vida cotidiana y las relaciones personales. Por lo tanto, cabe destacar que, como subraya María Calle, psicóloga de bluaU de Sanitas:

  • "El TAE no es una simple melancolía invernal, sino una afección clínica que requiere atención y tratamiento”.

Los experto recomiendan exponerse a la luz solar y ejercicio físico. UNSPLASH.

Recomendaciones para no sufrir el trastorno afectivo estacional

Debido al importante impacto que este trastorno tiene en muchas personas durante estas fechas, los expertos de Sanitas han elaborado una serie de recomendaciones con el objetivo de prevenir o reducir sus consecuencias: 

  • Exponerse a la luz solar todo lo que se pueda. Es cierto que los días ya son más cortos y precisamente por eso la primera recomendación de los psicólogos es “aprovechar al máximo la luz natural durante los días de invierno, así como pasar tiempo al aire libre durante el día, abriendo las cortinas y persianas cuando se esté en el hogar para dejar entrar la luz”.
  • Hacer ejercicio de forma regular. Como siempre estar activo es esencial. Así realizar ejercicio físico diariamente es aconsejable, “ya que con ello se generan endorfinas y se mejora la salud física, teniendo un efecto directo en el bienestar emocional”.

Las técnicas de relajación ayudan a paliar el trastorno afectivo estacional. FREEPIK

  • Gestión del estrés. Las técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, son buenas opciones para reducir el estrés, puesto que este puede agravar los síntomas del trastorno afectivo estacional.
  • Socializar. Aunque el cuerpo nos pida quedarnos en casa sin interactuar con nadie es necesario salir y conservar el contacto con amigos y familiares. 
  • Planificar proyectos. Actividades de ocio, establecer metas alcanzables para los meses de invierno mejora el sentido de propósito y previene la apatía.
  • Terapia de luz y terapia cognitivo-conductual. Si a pesar de todo, comenzamos a experimentar alguno de los síntomas de este trastorno, lo mejor es comentarlo con un profesional de la salud, para que estudie la situación y evalúe la necesidad de comenzar una terapia psicológica (acompañada o no de un tratamiento farmacológico o Vitamina D). 

¿Qué es el Trastorno Afectivo Estacional? Unsplash

Fototerapia contra el trastorno afectivo estacional

Te puede interesar:

  1. De forma específica puede emplearse la fototerapia, que consiste en el uso de una lámpara de terapia de luz, que emite luz brillante y artificial que imita la luz solar.
  2. También puede ser un buen remedio la terapia cognitivo-conductual, que se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos o irracionales y comportamientos poco saludables.

Ambas pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los afectados.