Desde hace 24 años el teatro toma protagonismo en Alozaina llevando a los espectadores a una inusual Jerusalén sobre un escenario vanguardista y atrevido. La Pasión de Alozaina, al borde de sus 25 primaveras, sigue apostando por una visión distinta. Vestuarios caprichosos, textos que profundizan en el corazón del personaje; personajes no bíblicos pero ya tan atados a esta representación que es imposible de apartar: Una celestial niña representa a la muerte que acompaña a Jesús en casi todo momento, en el huerto el Cristo es visitado por su conciencia, un personaje medio hombre medio mujer de forma amorfa voz tenebrosa y movimientos lentos que le hace dudar sobre su decisión de entregar su vida por defender a su visión.

Todas las personas que hacen esta representación actores, costureras, montadores, sonido… son de Alozaina, con edades de 5 a 45 años. Los textos, decorados, vestuario son renovados constantemente al igual que esta representación, cuyo origen fue en la calle hasta llegar a convertirse en una obra de teatro. Los primeros pasos como obra de teatro tuvo decorados intercambiables de tela, según la escena, llegando después al negro riguroso y en estos últimos años es el blanco y negro los protagonistas de un escenario de casi 30 metros con distintos niveles, donde van produciéndose las 25 escenas que conforman este año la representación.

En este pueblo, la figura femenina es el todo por el todo. María Sagredo, la heroína de la Villa repelió una emboscada morisca, nombrada Alférez de los Tercios Españoles por los Reyes Católicos. En la Semana Santa, la mujer alozainense es una de las primeras en portar un trono. El Viernes de Dolores, ayer, la Virgen fue acompañada por mujeres, al igual que en la procesión, ya de la madrugada del Viernes Santo, de la Soledad, entre cánticos y Salves.

La Pasión de Alozaina homenajea este año más, que nunca, a la figura femenina tan presente en la representación. Si el pasado año se hizo lo propio con Bodas de Sangre, de García Lorca, en el momento del velatorio, esta noche será protagonista la Procesión de la Soledad. El negro del luto, el silencio, el rezo, la fila interminable de cirios, la mirada perdida al frente, el vacío de la perdida, la sin razón, el desconsuelo; argumentos suficientes para plasmar estos sentimientos en el cartel anunciador de este año.

Flamenco

La Pasión de Alozaina también quiere reivindicar la declaración del Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ello esta noche el cante y el toque se fundirán con los particulares sonidos que ofrece esta representación, que comenzará con una proyección de imágenes de Jesús cuando era niño, para llevar al público en una muy colorida Entrada a Jerusalén y terminar con una de las más maravillosas postales, sobre un negro riguroso iluminado solo por calidos colores que emanan del fuego, sombras y luces, arte plástico, ritual, silencio, catecismo, dolor, sufrimiento, tristeza y miedo, indecisión y traición, negación y arrepentimiento, alegría y esperanza… y libertad. Sentimientos que se mezclan y contraponen durante 90 minutos.

Una vez termine la representación de este año, los miembros de La Pasión de Alozaina preparan la celebración de los 25 años de la recuperación de esta tradición, que se extinguió tras la Guerra Civil en el pueblo y que fue recuperada por un grupo de amigos en 1988 con exposiciones de carteles, enseres, fotografías de los últimos 25 años entre otros muchos actos.

Personas del siglo XXI de muy diversas edades encarnan por un tiempo aquellos hombres y mujeres que un día con sus acciones políticas, esperanzas, convicciones y a veces con sus vidas hicieron cambiar al mundo, aunaron esperanzas y derrotaron al miedo, a la injusticia, a la ignorancia.