Tres monedas de igual valor, tres peticiones y tres padrenuestro ante el Cristo de Medinaceli. Una tradición que se repite todos los primeros viernes de marzo desde el siglo XVIII y que llena la iglesia de Santiago durante toda la jornada. La devoción al Cristo de Medinaceli se vive hoy con intensidad y poco a poco se empiezan a formar colas en la puerta de la iglesia, que se ha reorganizado en su interior para acoger la afluencia de miles de personas que espera durante todo el día, como suele ser habitual con esta festividad.

Las puertas de la iglesia de Santiago se abrieron a las 7.30 horas y se mantendrán así hasta pasadas las 22.00 horas de este viernes, cuando se calcula que la afluencia de personas ya será menor. Es un horario ininterrumpido de visitas y no es para menos. Se calcula que unas 50.000 personas pasan a lo largo del día por la iglesia para rezar ante esta imagen. Vienen incluso de muchos municipios de la provincia y de las provincias vecinas, organizados en excursiones. La atracción de esta imagen del siglo XVIII es muy intensa y se vive en su punto álgido en este primer viernes de marzo.

El buen tiempo acompaña hoy esta jornada, aunque la lluvia no ha disuadido a los miles de fieles que cumplen con la tradición de las tres monedas, como se ha vivido en años anteriores. Para facilitar el paso de las miles de personas que se acercan a la iglesia, se ha reorganizado el interior del templo, como ya ocurriera el año pasado. La entrada se hace por la puerta habitual, que se ha abierto completamente y donde hay una vallas para organizar las colas. Una vez dentro, se ha despejado el templo y organizado un recorrido para que los fieles puedan ir a la capilla sacramental o a los bancos centrales, ya que la imagen del Cristo de Medinaceli está situada a los pies del altar mayor. También se han dispuesto reclinatorios para aquellas personas que quieran rezar de rodillas a la imagen. La salida se hace por la puerta de sacristía, para contar así con entradas y salidas separadas y más cómodas.