Mes del Rosario

La Virgen del Rosario de Santo Domingo vuelve a bendecir el Llano

La Banda de Música de la Archicofradía del Paso y de la Esperanza acompañó a la Virgen, que puso la armonía y el ritmo en el recorrido por las calles de la feligresía

La Virgen del Rosario pasa frente a la capilla de los Dolores del Puente.

La Virgen del Rosario pasa frente a la capilla de los Dolores del Puente. / Eduardo Nieto

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Los vecinos de la parte norte del Perchel, esa creación surgida de la construcción de la Prolongación de la Alameda, volvieron a revivir los tiempos antes de la pandemia con la salida de la Virgen del Rosario de la iglesia de Santo Domingo, que poco a poco, va haciéndose un hueco en sus vidas. Con humildad, sin muchas estridencias, pero con buen gusto y sentido cofrade.

Salió desde el interior de Santo Domingo precedida de una sección de la Banda de Bomberos, que iban anunciando la llegada de la Virgen del Rosario tras dos años de ausencia. Las calles del entorno de Santo Domingo se fueron llenando de curiosos, vecinos de la zona o que se habían ido expresamente a esas calles, para ver a la Virgen, que lucía porte de reina pese a las humildes andas en las que era portada. Saya blanca y manto rojo, sin bordar, le daban ese tono de cierta austeridad sin renunciar a la dignidad que tiene esta imagen. El detalle de la candelería elegida, poco usual pero de enorme finura, realzaba un conjunto que se hubiera quedado un tanto vacío sin esa elección.

La Banda de Música de la Archicofradía del Paso y de la Esperanza acompañó a la Virgen, que puso la armonía y el ritmo en el recorrido por las calles de la feligresía, sin olvidar el Llano de Doña Trinidad, corazón de ese Perchel Norte, popular y malagueño, que pervive pese al maltrato histórico que ha sufrido. La presencia de la Virgen del Rosario permitió recordar a muchos malagueños que cualquier rincón de la ciudad, por humilde que sea, acoge pequeñas joyas.

Salida de la Virgen del Rosario del interior de la iglesia de Santo Domingo.

Salida de la Virgen del Rosario del interior de la iglesia de Santo Domingo. / Eduardo Nieto